“El 11 de septiembre llegué caminando a la universidad, era un ambiente extraño, mucho miedo e incertidumbre en la calle. Cuando llegué a la Universidad vi el transmisor de la radio todo destruido, tenía balas.
El sector de los estudios también estaba destruido. Me dio pena ver el estado en que quedó lo que era mi lugar de trabajo.
En octubre, después de un mes, volví a trabajar. Se hicieron desaparecer muchas cosas, se quemó mucho material, muchas cintas, discos de música popular chilena, folcklore. Se quemó y destruyó música de Víctor Jara, de Violeta Parra, de Quilapayún y de los Inti Illimani.
Cuando volví a trabajar, uno a uno nos iban citando a una sala donde supuestamente estaba el nuevo director de la radio. Yo hace poco había ingresado al partido (Comunista) y el nuevo director me dijo que quería conversar conmigo. Tenía el documento que acreditaba que yo era del partido, estaba en sus manos. Me preguntó si quería trabaja o irme a otro lado. Le respondí que no dependía de mí, que dependía de la decisión que él tomara. ‘El lunes te quiero acá trabajando’, me dijo, y quemó el papel con un encendedor”.
César Fuentes, funcionario de Radio Usach en 1973.