Columna de Opinión

Al final del torneo 2021, Melipilla sumó 38 puntos, los mismos que O’higgins, uno más que Curicó y Huachipato y 17 más que Wanderers,el colista del campeonato. Pero este viernes la segunda sala del Tribunal de Penalidades de la ANFP determinó sancionarlos con la pérdida de seis unidades, condenando a Los Potros a jugar en el 2022 en la Primera B.

El primer informe no explica por qué fueron seis puntos y no cuatro, dos o veinte. El documento reconoce que el cuadro Metropolitano cometió faltas al reglamento en el torneo del 2020, pero como dicen los estatutos, si el torneo está concluido el castigo se aplica en el torneo inmediatamente posterior. Es decir, a Melipilla le sacaron seis puntos el 2021 por irregularidades realizadas el 2020.

Esta decisión corre la tabla. Será Huachipato, el equipo que más insistió en una sanción a Melipilla, quien anime la promoción ante Copiapó. Inicialmente los acereros habían descendido a Primera B y el partido por el salvataje lo jugaban Curicó versus el equipo de Atacama.

El torneo terminó el 5 de diciembre, hace casi 40 días. En este lapso Copiapó se quedó sin entrenador y varios jugadores. Melipilla vio partir a su técnico y a buena parte de su plantilla. Curicó y Huachipato no podían sumar demasiados valores pues desconocían en qué división iban a jugar y cuál era el presupuesto con el que contarían.

Hay un aparado en el fallo que ha pasado casi desapercibido. La segunda sala consideró que había posibles elementos constitutivos de delito, pero que no estaban facultados para investigar dicha causa.

Como concepto, la justicia no sólo debe ser ecuánime y ajustada a las leyes o normas, sino que debe ser oportuna. Melipilla apela a la justicia deportiva, pero sus abogados y regentes obvian que sí cometieron irregularidades, que se saltaron la norma. Cierto, en períodos anteriores. Cierto, quizás la denuncia fue extemporánea. Pero las malas maniobras existieron. ¿Muchos clubes cometen los mismos yerros? Por supuesto.

Pero Copiapó es lejos el más dañado con todo este embrollo. El equipo nortino no cometió irregularidades, se ganó en cancha el derecho a disputar una promoción y es dañado por ambos factores, pese a no fallar en ninguno de los dos.

¿Se entiende? No.

¿Es justo? Menos.

Parece una broma. Una mala y larga broma. Una broma infinita.