La selección chilena de fútbol necesita entrenador y el director deportivo Francis Cagigao está buscando uno en Europa. No sabemos si busca un europeo o un sudamericano que trabaje en el Viejo Mundo. No hay mayores luces ni pistas respecto a su periplo. No conocemos sus estaciones, sus entrevistados, su ruta y menos, mucho menos, que tipo de entrenador es el que busca.
Trabajar de manera sigilosa es obvio en estos casos. Enumerar nombres es un ejercicio inevitable, curioso, pero no demasiado profundo. Suele suceder que la mitad de los posibles candidatos son acercados por representantes o agentes. Quizás el porcentaje sea aún mayor.
¿Qué técnico busca Chile? Otra pregunta, relacionada con la anterior ¿Qué técnico necesita Chile? Responder esas interrogantes sería un buen ejercicio pues demostraría que existe un plan tras la secreta misión de Cagigao.
No es lo mismo ir a buscar a un DT consolidado, uno con experiencia, que haya dirigido en equipos grandes, en diferentes ligas, que tenga recorrido al frente de otras selecciones nacionales, que buscar a un entrenador joven, con pretensiones de seguir creciendo en el fútbol, con un recorrido prometedor y en alza, uno que vea el paso por la selección chilena como el paso más relevante en lo que lleve de carrera.
Los entrenadores definen los planteles y en el caso de una selección los nominados. No siempre en un representativo están quienes pasan por un mejor momento futbolístico. Los técnicos de selecciones suelen convocar jugadores que interpreten una idea, futbolistas que les sirvan para un plan, para un proyecto.
El paso de Marcelo Bielsa por Chile fue una demostración de eso. En ese mismo aspecto, con una generación de grandes jugadores que superan los 30 años, es probable que un nuevo DT realice una inevitable mixtura entre futbolistas de trayectoria y una nueva camada. A diferencia de otros momentos donde esto parecía una opción, ahora no queda otro camino.
A fines de año hay elecciones en la ANFP. Como aún no existe una separación entre el organismo y la Federación, para que esta conduzca el derrotero de un combinado nacional, sería bueno dejar claro que de elegir a un director técnico en las próximas semanas o meses, sea para que se quede por un período largo y no dependa de si continúa el mismo directorio o es reemplazado por otro.
Elegir a un buen entrenador es parte sustancial del proceso, clave. Pero no es la única. Ni de cerca.