No es chauvinismo: Tiane Endler es considerada una de las mejores arqueras del mundo. Para The Guardian fue la mejor del año. Para France Football también. Y para la FIFA está considerada, por tercer año consecutivo, como una de las candidatas al premio The Best para la mejor portera del 2021. Este año fue campeona en Francia con el PSG, estuvo a nada de ganar junto a su equipo la Liga de Campeones femenina y fue fichada por el Olympique de Lyon, el equipo más laureado del Viejo Mundo. Defendió la portería chilena en los Juegos Olímpicos de Tokio, marcando otro hito para el balompié nacional. Fue la capitana en el primer mundial que jugó Chile, fue la capitana en los primeros Juegos Olímpicos disputados por la generación dorada.
Guillermo Pereira consiguió algo casi imposible, que una madrugada cientos y quizás miles estuviéramos pegados al televisor o al computador para ver su participación en el golf olímpico. No es precisamente el deporte más popular de todos ni el de mayor arraigo, pero su actuación en Tokio fue tan potente que por unos días fue Trendic Topic, portada de diarios, titular de programas deportivos. Un año espectacular. Rozó la medalla en una competencia feroz.
Hace un año pocos conocíamos a Ben Brereton. Aún no usaba el apellido Díaz en su camiseta. Aún no jugaba un partido por Chile. Sólo los más langusinos sabían de este delantero de la Segunda División inglesa, hijo de chilena, que había sido contactado por el cuerpo técnico de Reinaldo Rueda para ser convocado a la selección. El colombiano se fue antes de nominarlo, pero Martín Lasarte lo incluyó en la Copa América. Y Brereton, que pasó a ser Brereton Díaz, se convirtió en un aporte dentro de la cancha y un fenómeno fuera de ella. Hizo goles en Copa América, en eliminatorias y en su club, el Blackburn Rovers. Brereton Díaz llegó a refrescar un plantel donde todo parecía calculado, monocorde, estructurado. Le trajo aire fresco y, como dijo su entrenador, tiene ese ángel inexplicable, eso que llaman carisma y que no se comprar en la farmacia ni se transa en millones de euros.
Alberto Abarza consolidó en los Juegos Paralímpicos de Tokio lo que viene mostrando hace años. Campeón sudamericano, panamericano y del mundo, sus medallas en las madrugadas asiáticas lo catapultan, a mí parecer, como el mejor de todos. Una medalla de oro, dos de plata y un registro conmovedor. Su sonrisa amplia, sus medallas al cuello, fue una de las postales más motivadoras y estremecedoras del año deportivo.
Hay muchos más nombres destacados. Francisca Mardones, Yasmani Acosta, Martín Vidaurre, Alejandro Tabilo, Bárbara Hernández. Tantos. Tantas.
Aún tenemos patria ciudadanos. Y grandes deportistas también.