Con el triunfo de Huachipato sobre Copiapó por la liguilla de promoción se bajó el telón de la temporada 2021 del fútbol chileno. Ojalá algunas situaciones sean desterradas de la actividad, por el bien de todos.
Ojalá nunca más las dos principales categorías del fútbol chileno definan sus descensos por sanciones administrativas. Ojalá mande la cancha.
Ojalá nunca más inescrupulosos dirigentes compren más de un club y terminen arruinando a ambos, con total impunidad de sus acciones.
Ojalá nunca más el argumento de los tramposos no sea que no hicieron trampa, sino que la trampa fue antes y no los habían descubierto.
Ojalá nunca más clubes presenten una queja administrativa a 24 horas del cierre de un torneo, dilatando todas las definiciones, perjudicando a varios equipos, promoviendo la ley del más fuerte.
Ojalá nunca más se asocien verdaderos carteles de clubes, pendientes de yerros administrativos más que de la pelota, preocupados por tener buenos abogados más que buenos futbolistas.
Ojalá nunca más los árbitros vayan al VAR predispuestos a mantener lo que habían cobrado, sin utilizar la herramienta tecnológica como es debido, con una terquedad que suele favorecer demasiadas veces a los equipos poderosos, que no siempre es lo mismo que los equipos grandes.
Ojalá que nunca más veamos la proporción de nefastos arbitrajes como el 2021, probablemente la peor temporada de los jueces en décadas y eso que hubo cambio de timón para enmendar el rumbo.
Ojalá nunca más borren a los mejores árbitros de los partidos más importantes. No pueden disponer a neófitos o a jueces derechamente discretos en cotejos que sean claves.
Ojalá nunca más los representantes controlen los clubes y los usen sólo para triangulación de futbolistas y entrenadores, sin una política deportiva, persiguiendo códigos solamente empresariales.
Ojalá nunca más los dueños de clubes escondan, como si fuera el secreto de la eterna juventud, a los verdaderos propietarios de las entidades, cubiertos en misteriosos y enigmáticos fondos de inversión.
Ojalá nunca más se jueguen más partidos en los pasillos que en la cancha.
Ojalá la temporada 2021 sea la del nunca más.