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Columna de Opinión

Quiero ser una de muchas

Andrea Pinto Vergara, doctoranda en Educación, Autora de El Viaje del Uno, Profesora del Departamento de Matemática y Ciencia de la Computación de la Universidad de Santiago de Chile.

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  • Diario Usach

  • Viernes 7 de marzo de 2025 - 16:46

Hoy es el Día Internacional de la Mujer y es importante recordar cifras como esta: en 2025, el ingreso de mujeres seleccionadas para entrar a la universidad creció un 5,4%. Esto se refleja en una mayor presencia de mujeres en carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por su sigla en inglés), alcanzando un 32% (dos puntos porcentuales más que en 2024), según datos de la Subsecretaría de Educación Superior del Ministerio de Educación.

Esto indica que quizás vamos por buen camino. Sin embargo, hoy quiero detenerme en la matemática (solo porque es mi pasión y no por egoísmo con las otras ciencias, que son igual de importantes). Y quiero recordar un hecho histórico que tiene que ver con la matemática, el cual podríamos llegar a pensar que ocurrió hace muchos años, y que ya es parte del pasado (de ese que hay que no se puede volver a repetir): desde Hipatia de Alejandría (nacida en el año 370) hasta Elena Lucrezia Cornaro (nacida en 1646), prácticamente no hay registros de mujeres matemáticas. ¡1.276 años de silencio! He buscado y sigo buscando, pero no encuentro nombres de mujeres matemáticas en ese período de tiempo…

Durante siglos nos convencieron de que no servíamos para esto de las matemáticas, que no teníamos un cerebro capaz de pensar lógica ni racionalmente, pues éramos emocionales, que la matemática no era para nosotras. Nos dijeron que nuestro lugar estaba en el hogar, cuidando niños, pintando, tejiendo, cocinando, cantando o tocando algún instrumento musical. Que las matemáticas eran "cosa de hombres".

Y aunque quisiera decir que esas ideas quedaron en el pasado, lo cierto es que todavía se escuchan. Yo, Andrea Pinto Vergara, las he oído más de una vez. Incluso me las han dado como "consejos". Pero aquí estoy, y no quiero ser la única. Quiero ser una de muchas. Una de muchas mujeres que se dedican a lo que aman, ya sea matemáticas, física, química, astronomía, jardinería o lo que sea que hagamos.

Solo me atrevo a pedir una cosa: si conoces a alguna mujer que se dedicó a la matemática entre Hipatia de Alejandría y Elena Lucrezia Cornaro, por favor, compártela. Ayúdame a reconstruir nuestra historia.

Y no te rindas por conseguir tus sueños, ¡porque tú sí puedes! (Y no dejes que nadie te convenza de lo contrario, tú eres fuerte, valiente y puedes con todo). Por ti, por mi, por todas las niñas y mujeres de hoy y de mañana.