Han tenido que pasar 3 años para que la nadadora chilena, Bárbara Hernández, haya cumplido un ansiado objetivo: cruzar el Canal De La Mancha ida y vuelta, sin pausas, ni asistencia.
De esta manera, la Sirena de Hielo se convirtió en la primera mujer sudamericana en completar el doble cruce entre Francia e Inglaterra.
La nadadora logró este hito con un tiempo de 27 horas, 14 minutos, recorriendo un total de 100 kilómetros; que se convirtió en el nado más extenso de su carrera, luchando hasta el final con hipotermia, corriente en contra y grandes olas.
“Este logro no es solo mío, también es de mi equipo que lo son todo, y pertenece a todos los chilenos y chilenas que puedan sentir que un sueño es demasiado inalcanzable", reflexionó emocionada Bárbara Hernández.
La deportista señaló que "lo dedico a mi familia y a cada persona que lucha contra su propia corriente y a los deportistas de Olimpiadas Especiales, quienes también luchan por ser vistos y seguir haciendo lo que aman. Gracias a todos por llenarme de fuerza cuando ya no daba más y por acompañarme a hacer lo imposible una realidad”.
CÓMO FUE LA TRAVESÍA
La travesía comenzó el miércoles 30 de julio a las 00:36 horas en Playa Shakespeare, Dover (Para Chile el martes 29 de julio a las 19:36 en Chile). Las condiciones climáticas fueron especialmente exigentes: el agua tenía entre 15ºC a 18°C y la temperatura ambiente apenas los 19°C.
Aunque la nadadora extrema está habituada a temperaturas más bajas, la larga permanencia en el mar conlleva hipotermia, la que fue combatiendo a través de los geles proteicos con los que se alimentó durante la travesía.
El cruce del Canal de La Mancha representa un enorme desafío físico y mental. Los nadadores no pueden detenerse, ni apoyarse en ninguna embarcación durante todo el trayecto, ya que esto invalidaría el intento. La Sirena de Hielo solo hizo pausas de segundos para hidratarse desde el mar.
Su equipo desde una embarcación le lanzaba botellas con geles proteicos y sales minerales. Durante el nado luchó con las bajas temperaturas, corriente en contra, hipotermia y cansancio extremo. Durante el nado avistó animales marinos como medusas, delfines y la siguió una foca gris macho, de gran tamaño.
Alrededor de las 08:50 horas de Chile, después de 13 horas y 20 minutos de nado, llegó a la costa francesa en Cran des Sillers (localidad de Audinghen). Debía llegar a Calais, pero la corriente la fue empujando en sentido sur del Canal de la Mancha. Después de solo 3 minutos, se volvió a lanzar al mar, de vuelta a territorio británico.
El nado de regreso a Inglaterra estuvo marcado por frente de mal tiempo, grandes olas, corriente en contra y marejadas. Cuando estaba a punto de llegar a Playa Shakespeare, donde todo comenzó, las marejadas le impidieron llegar a tierra. Tuvo que desviarse y seguir nadando para encontrar otra salida, esto le tomó 4 horas extras del nado hasta poder encontrar un lugar calmo donde salir.
Ella debía salir sola del agua para que el nado fuera considerado por las organizaciones internacionales. Finalmente, después de 27 horas y 14 minutos, arribó a Dover, Inglaterra, a las 03:50 de la mañana hora local (22:50 hrs. en Chile) marcando un nuevo capítulo en la historia de la natación chilena y mundial.
En la embarcación que la acompañó estuvieron presentes su esposo, Jorge Villalobos; su entrenador, Gabriel Torres; el comandante de la Armada de Chile, Patricio Concha; la kinesióloga, Pía Flores y el fotógrafo, Gabriel Leiva.
PREPARACIÓN FÍSICA Y MENTAL
La deportista y embajadora de Olimpiadas Especiales, tuvo una ventana de 7 días antes del nado, esperando que se presentasen las condiciones óptimas para lanzarse al agua. “Me sentía preparada, fuerte y con muchas ganas, solo esperaba que la organización Pilot Channel Swimming Federation me diera el permiso para partir. Cuando llegó el momento, supe que era el indicado”, comentó.
La preparación física y mental han sido claves para enfrentar con éxito esta hazaña: “Llevo más de 30 años entrenando con Gabriel Torres, quien ha sido clave en todo este proceso. Además, llevo años meditando para conectarme profundamente con el mar, para transformar mis miedos en fuerza y enfrentar cada desafío con determinación”, concluyó.
Además, Bárbara se preparó en Dover junto a la mexicana Nora Toledano, primera mujer latina en completar el cruce doble del Canal de la Mancha en 1994. Toledano no solo la acompañó durante los entrenamientos, sino que también ha sido una testigo clave del largo y desafiante camino que ha recorrido la nadadora chilena.