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El partido careció de ocasiones claras de gol, siendo la tónica la intensidad física y las ganas de llegar a las instancias finales. Pero aquello no suele ser suficiente en el fútbol, y reflejo de aquello fue que la primera llegada de peligro ocurrió a los 25'.

Ya cerca del final del primer tiempo ocurrieron unas cuantas ocasiones seguidas. La primera fue al minuto 41, con un remate de media distancia de Jimmy Martínez que se fue cerca del palo izquierdo de Diego Tapia. La segunda constó de un cabezazo de David Salazar (43') en el segundo poste tras centro por derecha de Nicolás Núñez, que terminó abandonando el terreno.

En la segunda mitad, los siderúrgicos intentaron igualar las acciones y dominaron el juego por los primeros 20 minutos. Primero, intentó Cris Martínez (48') con un zurdazo desde el lado izquierdo del área tras centro de Joaquín Gutiérrez.

La apertura de la cuenta llegaría finalmente a los 75 minutos, que marcaron una especie de punto de inflexión en el compromiso. Una gran jugada personal de un recién ingresado Thomas Jones por derecha, terminó en un centro para Felipe Flores, otro que saltó desde el banco, quien definió por el centro del área ante la salida de Urra.

De todas maneras, la alegría duraría apenas seis minutos, pues otro que ingresó como suplente igualaría el marcador para los de la usina con un verdadero golazo. Nicolás Baeza aprovechó un gran pase en profundidad de Jimmy Martínez, y sacó un zurdazo desde el lado izquierdo del área, que se coló por la escuadra izquierda del segundo palo.

La última vez que Magallanes disputó una final de Copa Chile fue en el año 2011, ante Universidad Católica, en una llave de ida y vuelta. En el global, finalizaron con un 1-1 y debieron definir al campeón vía lanzamientos penales, instancia en la que se impusieron los cruzados por 4-2.