Este miércoles, la denuncia de presiones sobre el arbitro Francisco Gilabert durante la definición de la promoción entre Huachipato y Deportes Copiapó desencadenó en un hecho que agrava la crisis que hoy vive el arbitraje chileno (con el anuncio de paralización del sindicato de jueces incluida).
Luego de que el directorio de la ANFP le pidiera antecedentes de estos hechos al presidente de la comisión de árbitros, Javier Castrilli, el argentino no aceptó ser suspendido de sus funciones durante el tiempo en dure la investigación. Y tras esto, la mesa que rige el fútbol chileno decidió despedirlo, resolución que también recayó en sus ayudantes Osvaldo Talamilla y Braulio Arenas.
Recordemos que, además, el trasandino estaba cuestionado por el sindicato que reúne a los jueces del balompié nacional debido a los despidos que estaba realizando bajo el argumento de la “renovación”.
Por lo mismo, los árbitros habían anunciado una paralización luego de que Castrillo anunciara las bajas de 11 jueces, entre los que figuran Nicolás Gamboa, Piero Maza y Nicolás Gamboa.
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