España, con los goles de Nico Williams y de Mikel Oyarzabal, venció 2-1 a Inglaterra en el Estadio Olímpico de Berlín y alzó su cuarta Eurocopa de la historia tras las que levantó en los años 1964, 2008 y 2012.
Williams adelantó al conjunto rojo justo al inicio de la primera parte tras aprovechar una asistencia de Lamine Yamal con la que batió a Jordan Pickford con un disparo cruzado. Después, Cole Palmer, que saltó al terreno de juego para sustituir a Kobbie Mainoo, empató el choque en el minuto 73 con un gran zurdazo desde fuera del área. Y al final, en el 87, Oyarzabal marcó el gol de la victorias después de rematar un centro de Cucurella.
En lo que respecta a Inglaterra, el técnico Gareth Southgate protegió a su equipo dándole a los españoles el dominio, se preparó para robar el balón y salir hacia adelante como si fuera el último ataque del último minuto. Instante a instante, domó a España, la redujo, la incluyó en su trampa.
Pero lo anterior fue insuficiente ante un cuadro que demostró ser superior en esta final y los mejores del torneo. La “furia roja” conquistó su cuarta Eurocopa con siete victorias al hilo. Son los justos campeones. No podía ser de otra manera.