Cultura

La Navidad se celebra de formas muy diversas, con costumbres locales que son bastante curiosas y están lejos de los villancicos tradicionales, el Viejito Pascuero o incluso la comida que se sirve.

Diario Usach revisó diez costumbres que revelan cómo la historia y la cultura transforman la celebración.

KRAMPUS

Cada diciembre, distintas ciudades austríacas celebran el Krampuslauf, un desfile nocturno donde cientos de personas —principalmente hombres jóvenes— se visten como Krampus, una figura demoníaca con cuernos, pieles y cadenas. Recorren las calles asustando al público, haciendo ruidos metálicos y participando en una jornada marcada por la música, el alcohol y la fiesta colectiva. Es común que se consuma cerveza, schnapps y otras bebidas típicas de invierno.

La tradición tiene raíces precristianas vinculadas a rituales paganos del solsticio de invierno. Aunque fue censurada por la Iglesia durante siglos, sobrevivió como una celebración popular que encarna el lado oscuro y caótico de la Navidad.

LA BRUJA BEFANA

En Italia, Befana es una anciana que vuela en escoba y visita los hogares para dejar dulces a los niños que se portaron bien y carbón a quienes se portaron mal. Más allá de una figura temida, es vista con cariño y suele aparecer en ferias, desfiles y celebraciones callejeras.

Su historia se asocia a la Epifanía, celebrada el 6 de enero, fecha que conmemora la visita de los Reyes Magos al niño Jesús. Según la leyenda, la Befana rechazó acompañarlos y luego se arrepintió, pasando desde entonces a repartir regalos en su búsqueda simbólica.

MARI LWYD

La tradición de Gales consiste en un cráneo de caballo montado sobre un palo y cubierto con telas y cintas, llevado por una persona oculta bajo la estructura. Acompañado por un grupo, el Mari Lwyd visita casas retando a los anfitriones a un duelo verbal cantado, conocido como pwnco.

Si los dueños pierden el intercambio de rimas, deben permitir la entrada del grupo y ofrecer comida o bebida. Esta costumbre, de origen celta y documentada desde el siglo XIX, buscaba atraer buena suerte y prosperidad para el nuevo año.

CENA EN KFC

En Japón, la Navidad se celebra mayoritariamente con una comida de pollo frito de KFC, transformada en un símbolo festivo. Familias y parejas reservan con semanas de anticipación los menús especiales que incluyen pollo, tortas y acompañamientos.

La tradición nació en 1974 tras una campaña publicitaria que vinculó el pollo frito con la celebración occidental. En un país donde la Navidad no es religiosa, se consolidó como una festividad comercial y social.

FIESTA EN LA PLAYA

En pleno verano, muchos australianos celebran la Navidad en playas, parques o patios, con barbacoas, mariscos y actividades al aire libre. Santa Claus suele aparecer en traje de baño.

La forma de celebrar la fecha se fue adaptando espontáneamente al clima. Con el tiempo, especialmente impulsada por generaciones jóvenes, se transformó en una expresión identitaria del país.

NOCHE DE RÁBANOS

Cada 23 de diciembre, la ciudad de Oaxaca, México, celebra un festival donde artesanos y comerciantes tallan rábanos gigantes para representar escenas navideñas, históricas o costumbristas. Las obras se exhiben en la plaza central ante miles de visitantes.

El evento incluye competencias con premios económicos otorgados por el municipio. Surgió en 1897 como una estrategia para promover productos agrícolas locales y hoy es una de las festividades más emblemáticas de la región.

ESCOBAS DE BRUJA

En algunas zonas de Noruega, las familias esconden las escobas durante la Nochebuena para evitar que brujas o espíritus malignos las usen para volar. La práctica persiste como una tradición simbólica.

Su origen se remonta al siglo XVII, cuando se creía que la Navidad abría un portal al mundo espiritual. La escoba, asociada al hogar y lo doméstico, era vista como un objeto vulnerable al mal.

TELARAÑAS DORADAS Y PLATEADAS

Los árboles de Navidad se decoran con telarañas brillantes que simbolizan buena fortuna. La tradición se basa en un cuento popular sobre una viuda pobre cuya telaraña se transformó en plata.

La historia se transmitió oralmente desde el siglo XIX y representa la esperanza, la humildad y la recompensa tras la adversidad.

ATAR A TU FAMILIA

Materice y Oci son dos de las tres festividades ortodoxas serbias que preceden a la Navidad, junto con Detinci, enfocadas en la familia, el amor, el respeto y la preparación espiritual para el nacimiento de Cristo.

El tercer domingo previo a Navidad, los adultos atan simbólicamente a los niños, quienes deben “liberarse” entregando frutas, dulces o pequeños regalos hechos a mano.

A la semana, los niños atan a la madre mientras que su padre anota la recompensa que desean. El próximo domingo, es el padre quien debe ser rescatado mediante la entrega de los regalos solicitados.

CABRA DE GÄVLE

Fue creada en 1966 como parte de una iniciativa comercial para atraer clientes y visitantes durante la temporada navideña, retomando una antigua figura del folclore nórdico asociada al solsticio de invierno. 

Desde ese mismo año, los intentos por quemarla se convirtieron en una tradición no oficial, ligada al simbolismo del fuego como purificación y renovación, pero también al desafío a la autoridad y a la vigilancia municipal. 

La constante atención mediática transformó la quema en un acto de notoriedad pública. En 1985, la Cabra de Gävle rompió el récord Guinness como la cabra de paja más grande del mundo.