Cuando empiezas a revisar qué debe estudiar una mujer para ser matemática, te encuentras con Grupos de Lie, Series de Liouville, Espacios de Banach, entre otros. Temas que me tocó estudiar. Sin embargo, todos —o el 99%— de los teoremas, nombres de series, principios o lo que sea, tienen apellido en matemática. Y ese apellido es el de un hombre.
Actualmente y desde hace unos años se instaló la idea de incorporar más mujeres matemáticas a la academia dadas las brechas existentes en los planteles universitarios y entre estudiantes de matemática. Las exigencias de acreditación de programas de posgrado promueven la participación equitativa de hombres y mujeres en la academia y en los estudios.
En puestos de jornada completa en las universidades, mujeres matemáticas que enseñemos matemática y colegas que investiguen en matemática hay poquitas. Algo está pasando en las universidades que no están atrayendo vocaciones puramente matemáticas a la academia. ¿Será el nivel de exigencia de los programas de estudio en matemática? ¿cuántas mujeres están ingresando y finalizando sus estudios de matemática?, ¿cuántas de ellas eligen ser académicas? Si realiza una revisión de departamentos de matemática en universidades a nivel chileno se podrá dar cuenta, amable lector, de que son poquísimas las mujeres matemáticas a jornada completa. Se presentan brechas importantes al respecto.
Desde los espacios de divulgación matemática se intenta motivar a las niñas que muestran aptitudes para esta disciplina. Pero no basta con decirles “tú puedes”. Es necesario construir entornos genuinamente equitativos, donde niñas y niños se desarrollen en igualdad de condiciones. Esto implica no solo balancear la representación en olimpiadas matemáticas, sino también asegurar una participación equitativa y activa en las aulas.
Desde la óptica de los datos que arrojan las evaluaciones internacionales como PISA (Program for international Student Assessment), Chile ha sido el único país de Latinoamérica y el Caribe que duplicó las brechas de género en matemática pos-pandemia en 2022. Esto es preocupante considerando lo poco que se había avanzado anteriormente hacia la equidad de género.
Todas las brechas descritas, no son una situación aislada. Son nada más y nada menos el reflejo de desigualdades estructurales con las que nos enfrentamos a diario.
Muchas mujeres matemáticas también nos hemos formado en la investigación en didáctica de la matemática para atender temas tan urgentes para la sociedad como lo es la enseñanza y el aprendizaje de esta ciencia. Los temas actuales de investigación están centrados en las emociones hacia la matemática para comprender cómo las diferencias en los resultados académicos de niñas versus niños. Asimismo, se buscar formas de mitigar fenómenos como ansiedad matemática, el bajo autoconcepto en matemática y el desarrollo de la autoeficacia en matemática. Con énfasis en las mujeres. Comprender estos factores es clave para revertir las desigualdades que aún persisten.
Por un día de la mujer matemática con más mujeres matemáticas en el planeta los próximos 12 de mayo. Feliz día colegas.