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Cultura

8M: Las tareas pendientes que tiene la música chilena con las mujeres de la escena

Los grandes eventos musicales que se realizan en el país aún tienen poca representación femenina en los escenarios. Sobre esas brechas de género y la responsabilidad del Estado y de los privados conversamos con Mariel Mariel y Pascuala Ilabaca, dos destacadas compositoras e intérpretes nacionales.

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  • Raúl Gutiérrez Velásquez

  • Viernes 7 de marzo de 2025 - 11:29

Cuando se habla de mujeres en la música chilena, es inevitable que desde un primer momento surjan nombres como el de Violeta Parra, Cecilia, Myriam Hernández o Mon Laferte entre muchas otras más. Ahora, también es cierto que todas esas artistas han tenido que trabajar en una escena que, hasta el día de hoy, no da señales concretas de una paridad permanente.

A saber, una publicación en la cuenta de Instagram de la @matriafest señalaba que, en 2019, el porcentaje de artistas femeninas en la versión chilena del megaevento fundado por Perry Farrell alcanzó al 19,51% en comparación al 71,54% de músicos masculinos (y un 8,75% a agrupaciones mixtas). Y si hacemos el mismo ejercicio con los artistas que le darán vida a Lollapalooza 2025 (que se realizará en el Parque Bicentenario de Cerrillos los días 21, 22 y 23 de marzo) de los 79 recitales confirmados en el cartel, un 22,78% corresponde a artistas femeninas, 72,15% a la presencia masculina y un 5,06% equivale a agrupaciones mixtas.

Una artista que sabe y que se ha referido a esta temática, es Mariel Villagra, conocida en la industria como Mariel Mariel y en cuya discografía figuran los álbumes “No me despierten” (2007), “La música es buena” (2011), “Foto pa ti” (2015) y “La batalla” (2022).

Además, en su historia figura una residencia en México que se inició en 2007 y que se extendió por 8 años y, uno de los hitos más relevantes en su carrera, el ser una de las creadoras de la Matria Fest, un colectivo que nació en 2017 como respuesta a la baja presencia de mujeres en los eventos musicales realizados en Chile.

Con una primera edición para las Fiestas Patrias de ese año, el colectivo realizó eventos durante los años 2018, 2019 y 2022 para luego seguir vivo a través de redes sociales. Hoy los eventos musicales ligados a la Matria Fest se encuentran en pausa pero Mariel Mariel no descarta su regreso en el futuro

En conversación con Diario Usach, la compositora relata que la idea de formar el colectivo nació luego de su estadía en México, momento en que se percató de la desigualdad de la presencia femenina en los grandes eventos anunciados para las Fiestas Patrias, por lo que comenzó a comentar, en formato de “chiste” esta situación en sus redes sociales. Pero ahí se percató que “el humor solamente” iba para un solo lado, ya que algunos músicos y productores de recitales no se lo tomaron bien.

Yo estaba mirando a mis amigos, a las bandas que me interesan, a las que como productora he posicionado y veía que esta gente, que es muy talentosa no está ganando escenarios porque nadie se los abre. Así empecé a canalizar el proyecto porque no me iba a quedar puro tirando piedras”.

La artista señala que “me tomé de las estadísticas de las amigas del Festival Ruidosa, que eran a nivel latinoamericano y mostraban unas proporciones muy desiguales. Me pregunté ¿qué pasa en Chile?, ¿cómo es la exclusión?, ¿cómo es el desarrollo de la mujer en las distintas etapas de su carrera?, ¿cómo pertenecer en el tiempo?, ¿cómo ser respetada, valorada y bien pagada cuando armas un equipo de trabajo?, ¿cómo juega el rol de los géneros en ese contexto para nosotras?, ¿cómo manejas tu intimidad?, ¿cómo es el trato para nosotras en terreno? Todo estaba lleno de reflexión, de historias largas de atropellos, de incomodidades, de desajustes en el tema de la crianza de los hijos. Y así nació La Matria, poniendo un escenario por primera vez en septiembre de 2017, en un mes que es bueno y representativo para los artistas, pero que para nosotras era un mes igual al resto del año, porque para nosotras siempre era difícil, con poco reconocimiento”.

Mariel Mariel define la experiencia de la Matria como “muy linda, removedora y estremecedora. Tuvimos raperas mapuches, cumbieras y cantautoras. Rápidamente llegó el 2018 y en mayo, en pleno momento de las marchas feministas decidimos hacer la Matria Fest. Constituimos el ‘arroba’ (@matriafest) e intentamos ser consecuentes. Éramos tres socias: mi hermana Belén Villagra en las gráficas, mi mánager Martina Valladares y yo como vocera y gestora de la idea”.

Sobre el actual panorama, la santiaguina (y que, además, es una de las compositoras de la canción “Infernodaga”, el tema que representó a Chile en el Festival de Viña 2025 en la voz de Dani Ride) afirma que “las músicas necesitan más comprensión por parte de las audiencias, del mundo que las rodea, la prensa y los managers. Yo creo que, el hecho de que estemos en un país pequeño, con una geografía difícil, hacen que el desarrollo femenino en esta área no sea de fácil desarrollo”.

REPRESENTACIÓN FEMENINA EN LOS ESCENARIOS

“Respecto a la participación en los escenarios, más que responsabilizar a los grandes festivales, como Lollapalooza, yo responsabilizaría a la programación de los eventos que organizan las municipalidades y el Estado. Me sorprende que las municipalidades, que tienen muchos recursos, no se aplique un criterio más educativo y comprometido con disminuir las brechas de género”, sostiene la cantautora y multiinstrumentista Pascuala Ilabaca.

La artista agrega que “esa no es la realidad de los festivales ya que, en el fondo, ellos tienen que cortar tickets y no podemos desconocer que en Chile los cinco artistas más escuchados son hombres y las personas que hacen emprendimientos individuales, los privados, tienen que invertir y luego recuperar ese dinero”.

Oriunda de Valparaíso, su discografía está compuesta por siete álbumes de estudio (“Pascuala Canta a Violeta” (2008), “Diablo Rojo, Diablo Verde” (2010), “Busco Paraíso” (2012), “Me Saco el Sombrero” (2014), “Rey loj” (2015), “El Mito de la Pérgola” (2018) y “Porteña” (2023)) y su carrera la ha llevado a realizar extensas giras por Chile, Latinoamérica y Europa.

En conversación con Diario Usach, Ilabaca ejemplifica: “imagínate una habitación con 100 personas de las cuales solamente 10 son mujeres. Esa es la estadística de la participación femenina en el mercado de la música. Entonces, nunca se van a generar condiciones equitativas mientras la participación y la inserción sea tan baja”.

Sobre ese punto, la cantautora hace un llamado al Estado: “se necesita un compromiso. Ellos son los que pueden fiscalizar que las leyes de cuoteo que benefician a la equidad se cumplan. Viendo un estudio que hace unos cuatro años  hizo Julieta Brodsky (exministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio) para el Municipio de Valparaíso (y que salió en el contexto de la pandemia por Covid-19) se mostró que dentro del 10% de mujeres que trabajan en la música, el 80% se hace cargo sola de sus hijos e hijas”.

Y aquí, la compositora afirma que, entre las tareas pendientes, es establecer cuáles son las necesidades primordiales para generar una industria más equitativa: “estamos en un momento cúspide de crisis respecto al respeto hacia la mujer. O sea toda la polémica que vimos con respecto a la exposición de Mon Laferte en el Parque Cultural de Valparaíso demuestra poco cuidado por parte de la prensa, el entorno y hacia la expresión de una artista, su expresión y su capacidad de gestión”. 

MIRANDO AL FUTURO 

Considerando el panorama de la industria musical en Chile, ¿qué se les dice a las niñas pequeñas que sueñan con ser artistas? Ante esta pregunta, Mariel Mariel señala: “que lo hagan por la música. Una vez que empiezas a ejercer el oficio, hay muchos estímulos. Entonces, si lo que quieren es construir una carrera, tienen que saber que esto es una disciplina compleja que se estudia, es un lenguaje, y si se mantienen fiel a eso, lo demás es anecdótico y va pasado, la imagen, la red, social, los seguidores, los ‘haters’, los ninguneos y las cerradas de puerta. Al final, estarán en sus casas, o en sus salas de ensayo con sus instrumentos, escribiendo sus letras con sus propios materiales de inspiración. Esa es la esencia”.

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