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Abuso sexual infantil en Chile: ¿Qué explica el explosivo aumento de casos en el país?

Entre 2018 y 2024 se registraron más de 114 mil causas, con un crecimiento del 186% en los últimos años. Se estima que uno de cada cuatro niños o niñas ha sido víctima de esta clase de abuso, por lo que la situación ha sido calificada como una “emergencia nacional”.

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  • Belén Muñoz B.

  • Viernes 21 de noviembre de 2025 - 09:48

Chile enfrenta una grave crisis en materia de protección infantil tras el explosivo aumento de denuncias por abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes. La situación es crítica. Entre 2018 y 2024 se registraron más de 114.000 causas, con un crecimiento del 186% en los últimos años.

Solo en 2023, se registraron 40.361 denuncias, mientras estudios recientes estiman que uno de cada cuatro niños en el país ha experimentado algún tipo de violencia sexual. La situación ha sido calificada como una “emergencia nacional”, especialmente en el marco del Día Mundial de la Prevención del Abuso Sexual Infantil, conmemorado este 19 de noviembre.

Juan Pablo Venegas, gerente de Incidencia y Asuntos Públicos de World Vision Chile, advierte que el fenómeno está lejos de ser marginal: “No se trata de episodios aislados; hablamos de una problemática que avanza en silencio y que sigue dejando huellas profundas”.

Mariela Muñoz Toro, psicóloga clínica infanto-juvenil y académica de la Escuela de Psicología Usach, profundizó sobre el explosivo aumento de denuncias en Chile. “Para comprender el fenómeno del abuso sexual infantil es importante comprender primero que no hay una única explicación, puesto que hay múltiples causas. Me parece que el aumento de denuncias no responde únicamente que hay más abuso que antes; sino que podemos estar detectando mejor que antes”, señaló.

La profesional planteó que existe una mayor sensibilización de la población respecto a los abusos sexuales, que implica cualquier conducta de connotación sexual de un adulto hacia un niño, niña o adolescente y no únicamente violación. “Estamos accediendo a mayor información, por lo tanto, estamos más atentos a indicadores que nos pueden hacer sospechar y con esto activar alertas y denuncias de abuso sexual infantil”, complementó.

Para la psicóloga existen varios factores que influyen para que los casos salgan a la luz, entre ellos una mayor información sobre los profundos efectos, a corto, mediano y largo plazo que genera a los niños, niñas y adolescentes y que lleva a los adultos, familiares o profesionales, a identificar y actuar de manera más rápida ante estos casos con acciones de protección.

NO INVALIDAR A LOS MENORES

Lamentablemente, la impactante noticia también deja al descubierto la realidad de muchos niños, niñas y adolescentes en Chile. Para la académica, un factor para que ocurran estos terribles hechos es “la soledad en la que están muchos niños y niñas, sin adultos que los acompañen en el día a día, con cuidadores que deben responder a largas jornadas de trabajo, con niveles altos de estrés y cansancio, sin espacios para cuidar, proteger, sensibilizar y estar disponibles”.

La profesional agregó que “no por la propia responsabilidad de los cuidadores, sino por un sistema que no tiene a la vista a esos cuidadores y el rol importantísimo que tienen en la crianza y la necesidad de contar con tiempos para ello”.

Es ante este escenario, que para Mariela Muñoz Toro es fundamental no invalidar a los menores. “Cuando nos movemos en visiones adultocéntricas, es decir, que no somos capaces de ver a niño y niñas como sujetos de derechos, entonces caemos en discursos de invalidación a niños y niñas “los niños no sufren” “los niños no sienten” y entonces se generan dinámicas de abuso y si el niño intenta contar a algún adulto para interrumpir esa dinámica de abuso, la respuesta es no creer, dudar y entonces ese niño o niña muchas veces no intentará revelar nuevamente lo que está viviendo, sometiéndose al agresor con una vivencia de desesperanza e indefensión: “nada puedo hacer” para interrumpir el abuso”.

La profesional planteó que “antes este tema era más tabú, permanecía en lo privado familiar o se tendía a minimizar y que hemos ido aumentando la conciencia de los efectos profundos que genera una situación en extremo disruptiva como el abuso sexual infantil. Que es un delito”.

Es importante recordar que la mayoría de los agresores de niños y niñas que han sido víctimas de abuso sexual infantil, son personas cercanas al niño, parte de su familia, de su núcleo, que se aprovecha del vínculo de confianza, que genera estrategias de silenciamiento, amenazas que genera en niños y niñas, muchas veces, la imposibilidad de hablar y por lo tanto pedir ayudar para interrumpir la situación de abuso sexual.

¿QUÉ SE PUEDE HACER EN ESTOS CASOS?

La gran cantidad de denuncias, con un crecimiento del 186% en los últimos años, nos lleva a reflexionar sobre el rol que tiene cada uno en la protección a los menores. La académica de la Usach planteó que “todos como ciudadanos y sociedad somos responsables de cuidarnos y cuidar especialmente a niños y niñas, porque al estar en una etapa del desarrollo más temprana, requieren mayor cuidador de parte de todos”.

Mariela Muñoz Toro señaló que no sólo los profesores, psicólogos o médico deben asumir ese rol. Sino que es labor de todos. “La tía, el tío, el vecino, la apoderada, todos, porque si todos asumimos este rol, podremos interrumpir más tempranamente esta situación de tanta adversidad y en extremos disruptiva y traumática”, relató.

La académica Usach enfatizó que “un niño o niña por sí solo no puede detener al agresor, requiere la ayuda de otro adulto para detenerlo, por lo que aquí la presencia de un adulto que cuida, protege y cree es fundamental”.

La profesional agregó que lo primordial es “creer siempre al niño y niña cuando nos cuenta que está siendo vulnerado sexualmente. Porque un niño que nos cuenta algo así ha debido pasar por un proceso muy difícil hasta llegar a ponerlo en palabras y atreverse a decirlo para pedir ayuda. Por lo tanto, es muy importante nunca cuestionar, ni dudar, sólo creer”.

La psicóloga clínica infanto-juvenil planteó que es vital entregarle tranquilidad, transmitiendo que no está solo. “Transmitirle seguridad y que estuvo muy bien que nos dijera”, comentó.

Por otro lado, dependiendo de nuestro rol, profesional, familiar, es muy relevante alejar al agresor del niño y para que esto sea posible es indispensable la denuncia, que puede realizarse en carabineros, PDI, Fiscalía o Tribunales de Familia, ya que el abuso sexual infantil es un delito.

Cuando se realiza una denuncia se activa una red de programas especializados que acompañan al niño, niña y su familia con apoyo psicológico, jurídico y social, son Programas de Protección ambulatorios, especialistas en abordar el impacto que una experiencia de estas características genera en niños, niñas y sus familias”, complementó la académica Usach.

Mariela Muñoz Toro agregó que “hemos estudiado el efecto de la psicoterapia en niños y niñas que han sido víctima de abuso sexual infantil y la evidencia es clara sobre la relevancia para niños, niñas y sus cuidadores de este tipo de intervención, puesto que a través de ésta es posible resignificar y superar las consecuencias de esta experiencia”.

 

 

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