Las desafortunadas declaraciones de una inmunóloga durante el mes de febrero de 2021 nos recordaron lo importante que es escuchar con algo de desconfianza: "Los adultos mayores de 60 años que se vacunen con CoronaVac de Sinovac podrían quedar más susceptibles a infectarse con el virus. Autorizar su uso, por sobre la recomendación de los expertos del ISP, es no tener idea de inmunología y pone en riesgo la salud de las personas".
De igual manera que se invitó a desoír la recomendación de inoculación, amenazando la inmunidad de rebaño, cada año, algunos "espertos", invitan a hacer lo que ellos opinan que es mejor en educación. Acaso, ¿es lo mismo, Biología que Medicina? O ¿es lo mismo educación matemática que matemática? Todas las ciencias se estudian. Y seriamente.
Hasta entrevistas dan "los expertos" como si hablar de corrido y con aparente seguridad sobre una materia entregara suficientes garantías para saber cómo se debe enseñar y cómo se aprende mejor. No es raro encontrar a los "espertos" dando charla y acaparando cámara. Como dijo una colega experimentada: ahora cualquiera hace un afiche y se pone a dar charla. Parece que si.
¿Cuántos errores por escuchar a expertos que son solamente "espertos"? Desperdicio de dinero, capacitaciones a precios "reguleques" con "expertos", sobre todo en ámbitos tan sensibles como la educación.
Panaceas, métodos, test y más. ¡Cuánta falta de respeto a la formación y a la experiencia! ¿Hará falta regulación? ¿Por qué esas responsabilidades no recaen en las manos de los verdaderos expertos o expertas?
La poca sustancia, la falta de cuidado y la “opinología” han generado- entre otros factores- que pocos proyectos sean financiados en el ámbito de la Educación Matemática cuando es clarísimo que en la revolución tecnológica que presenciamos y vivimos, la matemática es determinante.
Caben las preguntas: ¿cómo se puede competir en un sistema que entrega recursos a quienes invaden áreas que no son realmente de su formación? ¿Somos más mujeres expertas en las materias invadidas?