Por Daniela Figueroa Videla
En junio pasado comenzó a regir el decreto que autoriza la conversión de vehículos particulares a gas licuado; alternativa que promete un ahorro en el combustible y ser una opción segura y amigable con el medio ambiente. De estos beneficios conversó Estación Central con Álvaro Jara, subgerente de Autogas de Abastible.
Comentó que el uso de este combustible alternativo antes solo estaba permitido para taxis y automóviles de flota comercial, y que con esta nueva normativa se extiende a todos los vehículos particulares. Actualmente el 50% de los taxis están convertidos a gas licuado.
Uno de los grandes beneficios del gas licuado es su valor, que está entre los 370 y 400 pesos el litro, lo que genera un ahorro del 40% en gastos por combustible. Recordó que como el auto queda dual (tanto con gasolina y gas licuado), la autonomía de kms por litro se duplica.
El subgerente de Autogas de Abastible explicó que para la conversión se cuenta hoy con 28 establecimientos autorizados en el país, 14 de su marca, y que la operación técnica es segura, ya que no demora más de un día. El precio por transformar el vehículo a gas licuado es de unos 500 mil pesos, inversión que, según señaló, se paga en seis meses.
Respecto a la cobertura, actualmente se cuenta con una red de establecimientos de Arica a Puerto Montt, y Abastible cubre el 15% de las estaciones de carga.
En cuanto a los beneficios para el medioambiente y la salud, Jara explicó que el gas licuado es menos contaminante respecto al diésel o gasolina. En CO2, los gases del efecto invernadero, hay un 15% menos de contaminación respecto a la gasolina y un 10% menor respecto al diésel. Sobre el NOX, que son los gases del tubo de escape, que afectan a las vías respiratorias, el gas licuado tiene una menor contaminación del orden del 80 al 90% respecto a los otros dos combustibles; y el material particulado en relación al diésel contamina un 100% menos.
Alvaro Jara también comentó que el gas licuado es más seguro como combustible, ya que la gasolina opera mediante explosión en el motor de los autos, pero esto no sucede con el gas licuado que está en estanques donde la pérdida de presión es paulatina.
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