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Por Francisca Delgado Ruz

En conversación con Estación Central, Axel Callís, sociólogo y director de Data Influye considera que los chilenos están a favor de la inoculación y que ha habido un cambio actitudinal ya que “hace unos meses atrás solo el 25% quería vacunarse, pero ese número subió al 35% y se ha producido un sentido de más urgencia con respecto a las vacunas”.

Por otro lado, visualiza una polémica que se viene. “Vamos a transitar de la pandemia a una inmunidad de rebaño en varios meses. Y la polémica será entre quienes estén vacunados y quienes no”, afirma junto con identificar una pronta discriminación entre grupos. “Los vacunados tendrán mayores oportunidades. Respecto al 63% que quiere un carnet para identificar a quienes recibieron la vacuna, el director de Data Influye opina que el uso del carnet “es parte de la cultura chilena y le hace mucho sentido a la población”.

Callís se refirió a la metodología del estudio realizado entre el 1 al 4 de enero donde se aplicó la encuesta de panel, es decir, personas se registraron voluntariamente para responder el sondeo junto con entregar sus datos constituyendo un gran panel. “Este método es más eficaz, económico, mejor que las encuestas telefónicas y que las cara a cara, ya que no hay un encuestador que opere como enjuiciador y las personas se expresan libremente”, agrega.

“Cuando uno suma los grupos a los cuales los chilenos obligarían vacunarse llega al 66% y solo un 34% dijo que no obligaría a ningún grupo”, comenta el sociólogo y enumeró los grupos que más prevalencia tienen en el sondeo para vacunarse. En primer lugar, el personal de salud seguido por los adultos mayores y “lo que más me sorprendió fue que en tercer lugar con un 14% de la muestra consideran que los mayores de 14 años deberían vacunarse”.

Respecto a la obligatoriedad, el sociólogo considera necesario ver la experiencia de otros países como Inglaterra, en donde a la primera insinuación del gobierno se formaron partidos en su contra. “La obligatoriedad genera un rechazo mayor en ciertos sectores porque le da una identidad adversa”, considera. Sin embargo, entregó una mirada positiva ya que “la propensión a vacunarse subió bastante con solo que la gente mirara por la televisión vacunándose” y aseguró que es necesario generar sentido en la sociedad chilena y plantea que “es absurdo obligar porque vamos a generar un grupo que podría organizarse en contra”.

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