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Francisca Delgado

Enrique Núñez, académico de la Escuela de Periodismo UC, explicó que el estudio midió la confianza en los medios encuestando usuarios que arrojó una baja del 15% respecto al 2018. “El Estallido Social fue un factor donde las consignas eran apagar la televisión y mostró un descontento. Los medios y el periodismo fueron vistos como parte de la misma élite contra la que estaban protestando, no como un servicio público”, apuntó.

“El periodismo en Chile da cuenta de prácticas herederas de la dictadura, como la dependencia en las conferencias de prensa y la ausencia de contra preguntas. Otro elemento es la homogeneidad de las pautas y una poca diversidad de voces”, afirmó Núñez. Y sostuvo que el estudio demostró que la televisión sigue siendo un medio de alto consumo sumándose los portales digitales, la prensa escrita perdió relevancia y la radio mantuvo su credibilidad histórica.

El académico UC considera que estos resultados están relacionados con “la polarización política, crisis económica de los medios y una brecha entre las expectativas de las audiencias versus lo que el medio y el periodismo están entregando”. Y planteó la necesidad de incorporar más voces y ponerlas en contexto para que la gente pueda tomar decisiones.

“El peligro es que el periodismo se vaya segmentando y se generen burbujas donde solo puedas decir lo que les acomoda escuchar. Y en oportunidades está la mejora de un ecosistema de medios alternativos que represente varias voces de la ciudadanía y supla la necesidad de confianza”, señaló el editor de Fact Checking. Y diagnosticó que en internet siguen liderando las marcas asociadas a medios tradicionales y que Chile “tiene un modelo híbrido de medios, una especie de Frankenstein” herencia de las tradiciones partisana, comercial y de la dictadura.