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Por Daniela Figueroa Videla

Estación Central conversó con el doctor en psicología y experto en infancia y apego, Felipe Lecannelier, sobre la salud mental de los niños, niñas y adolescentes en el contexto de la emergencia sanitaria y de cómo abordar el confinamiento para ese segmento de la población tras el reciente decreto de cuarentena total en el Gran Santiago.

El psicólogo clínico dijo que los que trabajan en el área están preocupados, sobre todo porque “en Chile donde la salud mental siempre se mira en menos”. El experto comentó que tras la realización de seis estudios comparativo entre países, Chile tiene muy malos índices respecto a los problemas emocionales, siendo el número 1 en enfermedades mentales de niños de 1 a 6 años. “Estudio que hacemos, estudio donde Chile sale mal con la salud mental de los niños” dijo Lecannelier.

Al respecto, el psicólogo clínico dijo que nuestro país “tiene una forma de criar y educar a los niños que se aleja de los parámetros que se necesitan para el bienestar social y emocional”. “ Somos los que más aplicamos el método duérmete niño” que consiste en dejar llorar a los niños y niñas para que se duerman. Además acá los niños más chicos son los que más utilizan la tecnología.

Agregó que la educación y crianza chilenas no permiten que el niño y niña se expresen, “todo se tiende a inhibir y sobre controlar”. Dijo que somos un “país internalizante, donde un niño siente algo pero no lo expresa y se lo guarda” Felipe Lecannelier recomendó, en esta emergencia sanitaria, dejar que los niños expresen todo el estrés y frustración que están sintiendo, “que hagan pataletas”.

Dijo que “las notas y la educación formal no son lo más importante ahora”, por eso comentó sobre la campaña Más Aprendizaje Socioemocional y Menos Aprendizaje Formal, ya que “los papás no pueden pretender llevar el colegio a la casa. Es más importante el bienestar físico y socio emocional. Adquirir conocimientos en estos tiempos no es lo prioritario” sostuvo.

Por último, Lecannelier sostuvo que “la educación chilena es como un patógeno. Una educación que tiende a enfermar. Donde para los niños chilenos el aprender es algo aversivo”.

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