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(Foto: barriobellavista.bitbanglab.cl)

Por Pablo Medel Quilodrán

A través de un oficio con 62 firmas dirigido a las autoridades, los locatarios del barrio Bellavista hacen público que producto de los efectos del “Estallido Social” y ahora por la pandemia por coronavirus, se han visto obligados a despedir hasta la fecha a cerca de mil trabajadores. “Oficiamos por carta a la presidenta del Senado, al presidente de la Cámara de Diputados, a los alcaldes de las dos comunas involucradas, a las autoridades municipales y regionales, al intendente metropolitano, para que nos digan qué harán. La autoridad está obligada a contestarnos, estamos esperando una respuesta”, señaló Gabriel Gurovich, dirigente sectorial, quien además es dueño de dos restaurantes de la zona.

El llamado que hacen los locatarios es a una urgente ayuda que no los lleve a la quiebra y al cierre no sólo de la mayoría de los locales, sino a la “muerte” del barrio. “Son 15 años de consolidación de un foco gastronómico y de entretención importante en la ciudad, no se trata de un grupo de microempresarios”, afirma Gurovich.

Recordemos que a partir de la semana del 16 de marzo y a raíz de la crisis sanitaria generada en nuestro país, los distintos actores de la industria de la cultura, entretenimiento, turismo y gastronomía del Barrio Bellavista han debido cerrar las puertas. “Desde la crisis se han perdido 55% de los empleos. De los que se sostienen, el 80% se mantiene con gran incertidumbre. Todos los que trabajan atendiendo ganan más por las propinas que por el sueldo fijo, por eso el seguro de cesantía les cubre sólo una parte de su pago”.

Además, sostiene Gurovich, esta nueva crisis por la pandemia los sorprende sin respaldo financiero alguno. “La posibilidad de cerrar nuestros negocios y emprendimientos es más cierta que nunca, lo que impactará en la pérdida de su empleo a más de 5 mil trabajadores entre ellos cocineros, garzones, artistas, músicos, técnicos y dj´s por nombrar algunos. Por lo anterior, hoy solicitamos a la autoridad tomar las medidas de manera urgente”, reitera.

“Para muchos es la última oportunidad de salvar su negocio. Si la ayuda no llega rápido hay muchos van a quebrar. Este es el momento cuando la banca debe decidir si dejarnos caer y quebrar o nos ven como socios y salimos todos adelante”, concluye el empresario.

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