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Por Daniela Figueroa Videla

Este lunes comenzó a regir en el país el “horario límite de invierno”, por lo que las cuentas de la energía eléctrica podrían aumentar, en promedio, entre un 15 a un 20 % en los próximos meses. La normativa se extenderá hasta septiembre e implica que todos los hogares residenciales del país tienen un tope de consumo de 430 kilovatio hora al mes, y en caso de excederse, se agrega un cobro extra. De esta alza de las tarifas conversó Estación central con el director del Departamento de Ingeniería Eléctrica y académico Usach, Humberto Verdejo.

El ingeniero señaló que “hay que entender que esto no es un capricho de las distribuidoras energéticas, está por ley definida (…) donde las empresas distribuidoras hacen de cajas de pago porque el alza va a las compañías generadoras”.

Señaló que efectivamente el Estado no está generando un subsidio, “no hay otra alternativa que aplicar la ley”, pero que a su juicio, “debiese haber un subsidio para el sector de la electricidad, como sucede con el agua potable”.

El experto explicó que históricamente los meses de abril a septiembre exigen mayor intensidad de consumo (calefacción) entonces hay un desincentivo económico para que se haga un uso eléctrico más racional, “pero es impracticable” sobre todo en estas condiciones de encierro por la cuarentenas.

Comentó que, sin embargo, hay situaciones que se están analizando, como es la idea de legislar por la no suspensión de servicios básicos por no pago, en medio del estado de catástrofe por la crisis de sanitaria, lo que significa formalizar esta ayuda provisional, pero que no implica el no alza de tarifas por consumo de invierno.

El Dr. Humberto Verdejo dijo que “hoy tiene que primar la arista política por sobre la económica-técnica”.

Respecto a la baja de los valores de la tarifa y la suspensión de los pagos,  señaló que estos generan problemas de financiamiento para las empresas generadoras chicas de energía renovables y eso falta abordarlo.

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