Desde el 28 de febrero del 2021 la vida de Scarlett Ahumada y su familia cambió para siempre. Desde ese instante, ella vive en modo avión. Pocos recuerdos lindos quedan de esa agradable tarde con su madre, que vive en Maipú. Las memorias que se le vienen a la cabeza son de angustia, de desolación. De pérdida.
Su cabeza no olvida lo que pasó esa noche al regresar a su hogar, en ese entonces ubicado en Puente Alto. “Veníamos de vuelta, por segunda transversal para tomar el acceso a la autopista”, relata Scarlett a Diario Usach.
Ella, y el resto de su familia, no sabían que ocurría una operación policial cerca, debido a una encerrona. En la cotidianidad de su viaje nunca imaginaron que quedarían atrapados en la “línea de fuego” entre los carabineros y los delincuentes.
Tampoco se les pasó por la cabeza que uno de los funcionarios ejecutaría su arma de servicio y dispararía para tratar de herir a uno de los ladrones, pero que finalmente ese disparo impactaría en el pequeño Itan, de solo seis años.
“Independientemente de que haya sido o no su intención, me imagino que no, él nos cagó la vida a nosotros”, relata la madre del menor.
Scarlett aún recuerda lo que pasó ese día y señala que “ellos en ningún momento dijeron que eran carabineros. Nada. Andaban de civil en un auto blanco, no en una patrulla. Entonces eso que dicen en muchas partes que fue fuego cruzado entre delincuentes y carabineros es algo que nunca sucedió. Los delincuentes dieron un disparo, pero lo dieron al aire cuando estaban haciendo la encerrona, porque el casquillo está como una cuadra más atrás de donde pasó lo de mi hijo. Ellos avanzaron hacia Vespucio y fue cuando carabineros dispararon”.
INICIO DEL JUICIO
La madre de Itan Badilla confiesa que vive con pena. “Aprendes a caminar con el dolor. Aprendes a llevarlo. Yo quiero justicia, pero este dolor siempre va a estar. Destrozó toda una familia. Y no soy solo yo, también porque hay hermanos, abuelos”, señala.
En estos días de tristeza, también hay esperanza. Sobre todo, tras el inicio del juicio en contra del sargento primero de Carabineros, O.V.H., imputado por cuasidelito de homicidio. “Ya llevamos tres años y ocho meses con el caso de Litancito y era una fecha que ya estábamos esperando hace rato. La verdad es que tenemos esperanza en que se pueda hacer justicia”, afirma.
La madre del pequeño deberá dar su testimonio este viernes en el Quinto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago. “También va a declarar mi hijo mayor. Después se retoma el lunes. Quizás el miércoles o jueves podemos saber el veredicto”, asegura.
Scarlett relata que no pretende que el funcionario le pida disculpas. “Yo sé que él no lo hizo con una intención de querer matar a mi hijo, pero tuvo un mal proceder y ese disparo cambió la vida de todos nosotros”, manifiesta.
Agrega que “él sigue trabajando en la misma comisaría, con su vida normal. Aunque diga que ve un psicólogo, me imagino que sí, como todos nosotros. Acá mis hijos también, yo estuve con psiquiatra, con pastillas”.
La madre de Itan guarda esperanza de lo que pueda ocurrir la otra semana, pero también revela cierta inquietud. “Tengo mis dudas de si podamos conseguir algo en este caso. Y no porque no crea en mis abogados”, asegura.
Por último, Scarlett señala que “La justicia en Chile tiene muchas falencias y ha cometido muchos errores. Nada nos va a devolver a Itan, eso lo sabemos, pero tendríamos algo de justicia”.
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