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Por Daniela Figueroa Videla

Sobre el llamado a Acuerdo Nacional hecho por el Ejecutivo en medio de la crisis social y sanitaria y el escenario de la política chilena, conversó Sin Tacos ni Corbata con el decano de la Facultad de Humanidades (FAHU) de la Usach y cientista político, Marcelo Mella.

Mella señaló que la pandemia que se instala en Chile tras el Estallido Social generó una “crisis con potencial corrosivo para la democracia y la institucionalidad muy grande”, donde “los procesos de polarización, ya instalados en nuestra sociedad, y los de desconfianza se han radicalizados aún más”. Por eso sostuvo que “el llamado del Presidente y el Gobierno hay que entenderlo como una necesidad de evitar la polarización radical cuando se tomen aquellas decisiones de tipo económico, de corte político y de protección social ciudadana”.

El decano de la Fahu Usach señaló que si bien la evolución del apoyo hacia el gobierno y hacia al primer mandatario, que se ha acercado al umbral del 30% en las últimas semanas (según Cadem) comparado con el 8% que tuvo en el verano, podría dar alguna esperanza al oficialismo,“ ningún gobierno hace una fiesta por una adhesión de un 30%”. “Sigue siendo un gobierno de carácter minoritario”.

Recalcó que las condiciones para que este acuerdo político pueda avanzar depende de la situación sanitaria y su manejo. Sostuvo que en estos tiempos de crisis, la ciudadanía necesita certezas y que en ese sentido el gobierno “tiene una oportunidad de oro para posicionarse y reposicionarse”. Pero que si la situación se desborda, “la tesis del Partido Comunista y de aquellos que no quieran sumarse a este acuerdo tiene sentido”.

Mella dijo que en miras de este Acuerdo Nacional “si el gobierno es capaz de romper su ortodoxia en los distintos temas sobre los que hay que abordar esta coyuntura, el destino del acuerdo puede ser más promisorio”.

Dijo que “cuando desde la perspectiva histórica se analice la responsabilidad de la autoridad sanitaria en el acatamiento del confinamiento(…), se hará evidente que en la primera quincena de abril, el “tono optimista del ministro Mañalich generó efectos en el comportamiento de la opinión pública”.

El decano comentó que sacará un artículo donde se analiza los mensajes de la autoridad sanitaria y los niveles de desplazamiento de los teléfonos móviles de todo Chile, por ciudades, donde se demuestra que a los 10 a 15 días, “la gente estaba retomando la normalidad creyendo en el discurso del gobierno”.

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