Actualidad

Luego de que anoche el Presidente Piñera mostrara señales de derrota frente a los primeros resultados de las mega elecciones de este fin de semana, todos los expertos concuerdan en que las votaciones reflejan una reconfiguración del mapa político nacional con la irrupción de nuevas expresiones y liderazgos.  Sin Tacos ni Corbata analizó este escenario con el politólogo y académico de la Usach, Marcelo Mella.

“Evento sísmico mayor para el sistema político donde se reordena el mapa” así tildó Mella lo que se demostró anoche con los resultados de la mega elección.

El politólogo identificó claras consecuencias: La caída de la derecha “que de 1965 no tenía una derrota tan estrepitosa como la que está tendiendo con la elección de constituyentes, donde estuvo lejos llegar al tercio” y caída de los partidos tradicionales, como los de oposición. Recordó que para los constituyentes la DC obtuvo solo 2 escaños, el PPD 3 y el PS logró 15 escaños.

“Tiene sentido que con esto el proyecto de la Concertación queda liquidado y eso incluye a la Nueva Mayoría. (…) El Partido Socialista tiene fuertes incentivos para no asumir los costos de esta votación anti élite que ha padecido, y moverse más hacia la izquierda. Y la DC tendría incentivos para correrse a la derecha ya que obtuvo solo dos votos. En el espacio de las listas o de los bloques políticos que van a trabajar por construir cambios institucionales de importancia, para los diversos temas de la nueva Constitución, el resultado de la DC es superfluo”

Así Marcelo Mella enfatizó que  “Tras la votación de ayer, la DC y el PPD en el gran mar de la izquierda son aliados superfluos”

Sobre la reciente participación electoral del 43% de padrón,  que estuvo muy por debajo de la obtenida en el plebiscito de entrada, Mella sostuvo que era predecible por varios factores, entre ellos la pandemia y la situación económica de la gente donde la discusión constitucional se aleja de los problemas cotidianos. Por eso sostuvo que las autoridades deben preocuparse por este bajo nivel de participación electoral que, si bien no es nuevo, sigue posicionando a Chile como uno de los países a los que más le cuesta movilizar a la gente para ir a las urnas.