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El vicepresidente del Consejo Constitucional, Aldo Valle (Independiente pro PS), aseguró que rechazaría la nueva propuesta de Carta Magna que está elaborando el órgano si es que no se le hacen modificaciones, en el marco del rechazo ciudadano que está causando el proceso.

En entrevista con Tolerancia Cero de CNN Chile, sostuvo que "yo ahora no votaría por aprobar si se quedara el texto tal cual, aunque este juicio yo lo relativizo porque faltan capítulos y faltan etapas relevantes del proceso".

La segunda autoridad máxima dentro del organismo redactor afirmó tener "serias diferencias y reparos respecto al texto de diverso orden, (pero) tengo la confianza de que son reparos que se puedan superar con voluntad política y disposición a entender que nadie puede llevarse, en este caso, la Constitución a la casa".

"Un Estado social y democrático de derecho no es un Estado mínimo, yo creo que hasta ahora tenemos un cierto sincretismo entre un libertarismo, desde un punto de vista económico y como se trata el Estado. Ahí hay una línea roja si en definitiva se constitucionalizan ciertas políticas públicas", agregó.

Consultado por si el proyecto del Consejo constitucionaliza las AFP y las Isapres, Valle zanjó que "sí, las constitucionaliza porque introduce elementos de libre elección y de caracterización, por ejemplo, de los fondos de pensiones, que harían imposible imaginar sistemas mixtos que tuvieran otras cualidades".

"La mayoría no ha podido contener esa pulsión y tentación de relacionar lo que está haciendo ahora con el próximo evento electoral. Entonces, cuando en una constitución se introducen beneficios penitenciarios, reglas tributarias y exenciones, probablemente mucha gente pueda ser convocada por eso", añadió respecto a la posibilidad de que el texto esté quedando como un programa de gobierno de la derecha.

En la misma línea, y en cuanto a las normas aprobadas que "protegen vida de quien está por nacer" y la objeción de conciencia individual e institucional, el vicepresidente de la instancia reafirmó que se trata de un "totalitarismo moral", como lo había señalado hace unas semanas.

"Cuando el Estado traspasa esos límites del fuero interno de la persona, se convierte en un Estado totalitario, porque en definitiva lo que hace es que una determinada concepción del bien se hace oficial, entonces hay una doctrina oficial moral como los totalitarismos hacen de una ideología el pensamiento oficial", indicó.

Asimismo, el exrector de la Universidad de Valparaíso mencionó que "tener ideas conservadoras es muy legítimo en una sociedad plural y democrática (...). Yo no califico al Partido Republicano como un grupo de extrema derecha, pero cuando se quiere convertir una cierta doctrina oficial del Estado, y tiene esta raíz conservadora, se puede ganar el título de extremo, desde el punto de vista ideológico".

A propósito de la postura del Ejecutivo en el proceso constitucional, apuntó que "creo que el gobierno no ha jugado un rol en este proceso, creo que no debería jugarlo porque no es bueno que el gobierno se haga parte de una decisión que la ciudadanía debe tomar al margen de quién tiene la administración del Estado".

"El Presidente en algún momento podrá dar su opinión, pero me parece que el problema cuando un Presidente dice eso, luego lo que se haga se vincula por parte de los ministros y autoridades de gobierno, yo preferiría francamente que el gobierno guardara silencio por un tiempo más largo", acotó.