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“Calfucoy” narra la historia de Eloísa Calfucoy, una niña que vive en la ciudad junto a su padre, quién es de origen mapuche y su madre, que es chilena. La familia emigró desde el campo a la ciudad en busca de oportunidades, en simultáneo, ambos padres estudian y trabajan arduamente para poder ofrecerle a su hija un futuro mejor.

A través de 100 páginas llenas de fotografías, colores y textos, Cecilia Toro, en conjunto con el apoyo de la editorial Ocholibros, desemboca una historia que propone una lectura reflexiva sobre la identidad cultural, la calidad de vida, los lazos familiares, los distintos tipos de familia y otros aspectos que constituyen temas universales, pero especialmente significativos para las infancias de Chile y Latinoamérica.

Cecilia, quien es realizadora y fue productora del premiado cortometraje en stopmotion “Bestia”, conversó con el programa Escena Viva, de Radio Usach. En el programa, la autora ahondó en el proceso y el trabajo detrás de esta novela, la cual se recoge en el debate respecto a cómo dialogamos con las infancias sobre sus orígenes y también de qué manera aportamos a la construcción de su sentido identitario:

“Yo creo que una de las inquietudes que tuve para poder hacer este libro fue que quizás era un poco crítica de los contenidos que se les daba a las infancias. Sentía que sobre todo el tema de nuestros orígenes era muy didáctico, entonces tenía muchas ganas de escribir algo que viniese de otros puntos de vista, con otros tratamientos. (...) quise partir con algo que me tocaba muy de cerca y además, partir de lo no convencional”.

“Traté de hacerlo de una forma bastante espontánea. Yo no soy educadora, ni soy madre, siquiera. Incluso yo creo que tengo el punto de vista de la protagonista, que es una niña”, añadió.

Expresando también sus principales motivaciones detrás de la premisa de la historia:

“Abordé la migración campo-ciudad. De alguna forma me agarré de esa premisa para narrar esta historia, porque muchos de nuestros abuelos vinieron desde el campo a la ciudad, pero a la vez muchas amistades que tengo con hijos se cuestionan la vida en la ciudad y se devuelven al campo. Empecé a observar este fenómeno y lo quise graficar”, mencionó.

Por otro lado, se refirió a lo qué significó para ella el trabajo de redacción, mencionando que le tomó seis años terminar la novela y  que a pesar de que cuando era niña solía escribir mucho - como muchas cosas que hacíamos de niños y se perdieron en el tiempo- fue un desafío volver a encarrilarse en la escritura:

“Soy ilustradora y directora de arte pero específicamente de stopmotion (...) trabajé muchos años de esa forma y me quedé con esa herramienta para poder narrar. Si bien escribí el guión, me gustaba mucho narrar con fotografía, con ambientación y atmósfera. Me sentía muy cómoda con ese lenguaje”.

“Estoy muy feliz porque Ocho Libros me dejó escribir un prólogo de un libro sin rango etario. Siento que los libros para infancias siempre han sido muy didácticos, subestimando al lector y yo creo que este libro es para familias que tienen infancias”, añadió.

Para cerrar, Cecilia invita a leer su nueva fotonovela “Calfucoy”, la cuál se encuentra disponible en diferentes librerías nacionales y plataformas digitales.