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La empresa estadounidense Calvin Klein (CK) se querelló en contra de la multitienda Hites por la importación de bóxers falsificados de la marca.

La acción judicial surge luego de que el Servicio Nacional Aduanas pesquisara un cargamento de 17.968 bóxers falsos en el puerto de San Antonio el pasado 1 de junio, con un valor estimado de 54 millones de pesos.

Según la acusación, las prendas "reproducen diseños característicos" de la casa de modas, advirtiendo que se pudo establecer su falsedad en base a una serie de detalles.

Por ejemplo, el documento señala que "las etiquetas indicadas no son congruentes con las que vienen adosadas en los productos originales" o "los paquetes que contienen las prendas, sólo comparten la imagen de la persona en su frontis, sin embargo, el resto de la información no corresponde".

A ello suma que "la tipografía utilizada en las etiquetas y logotipos no es la que se utiliza regularmente" y que "las costuras de los bóxers son desordenadas, con malas terminaciones y desprolijas".

"Los bóxers poseen pequeños detalles, pero evidentes que, nos permiten descubrir de inmediato que se trata de producción no autorizada por mi representada, conteniendo sus marcas y formando parte del prestigio de sus líneas", agrega.

Además, el libelo acusa que dada la alta cantidad de productos que se incautaron, "claro está que se comercializarán en las tiendas de la empresa querellada, engañando al público consumidor o a quienes pretenden comprar productos de marca".

De esta manera, la compañía pidió que se indague el delito de falsificación y uso indebido de marca registrada, solicitando diligencias a la Brigada de Delitos Portuarios de la Policía de Investigaciones y que se oficie al Instituto Nacional de Propiedad Industrial.

El Juzgado de Garantía de San Antonio declaró admisible la querella y ordenó que sea remitida al Ministerio Público.