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Este lunes, y por orden del Ministerio Público, personal de Labocar de Carabineros realizó nuevas pericias en el lugar  en el que la subinspectora de la Policía de Investigaciones (PDI), Valeria Vivanco, fue asesinada el 12 de junio del 2021 en medio de un procedimiento policial que se estaba realizando en la comuna de La Granja.

"Ambas pericias apuntan a poder posicionar, sobre la base de los videos de vigilancia del establecimiento educacional aportado por la familia Vivanco, correctamente la ubicación de los vehículos involucrados. Esto es relevante para los efectos de determinar la dinámica y trayectorias o posibles trayectorias de disparos", indicó Juan Pablo Gómez, abogado del suspendido detective Leonel Contreras, el único imputado del caso hasta esta fecha y que se encuentra en prisión preventiva desde el 5 de noviembre de 2021.

Brígida Canales, madre del policía formalizado, expresó: "Es necesario que se llamen a todos los intervinientes. Considerando el resultado de las pericias que se hagan por todas las partes, y no quedando conforme, todo es necesario: llamar a los intervinientes, hacer otra reconstitución de escena, para poder establecer la dinámica de los hechos y llegar a la verdad de este caso".

Por su parte, el abogado querellante, Alfredo Morgado,  señaló : "Se hacen indispensables de estas diligencias que puedan determinar la posición específica del vehículo policial, y además del vehículo que estaba siendo objeto de control de identidad. Y los movimientos de los funcionarios policiales en torno a ese vehículo, y lograr establecer con claridad quién fue el autor del disparo que termina con la vida de Valeria Vivanco".

Los antecedentes del caso señalan que la detective Vivanco murió a raíz de un balazo percutado a través de un arma de 9 mm y que dio en el tórax durante un procedimiento en la población Santo Tomás. Si bien en un principio se acusó a dos jóvenes de 17 y 19 años, la pesquisa sufrió un vuelco debido a las contradicciones entre las declaraciones.