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Una fuerte controversia se generó durante las primeras horas de las elecciones presidenciales, luego de que el comando de la candidata Jeannette Jara presentara una denuncia formal ante el Servicio Electoral (Servel) contra la empresa Lipigas, acusándola de difundir propaganda electoral a favor de José Antonio Kast durante el desarrollo del proceso.

Durante la mañana, decenas de usuarios de la aplicación móvil de Lipigas reportaron haber recibido una notificación con mensajes alusivos a la elección presidencial, los que según pantallazos que se viralizaron en redes sociales incluían consignas como “Vota por Kast” y “En Lipigas comprometidos con recuperar nuestro país, apoya a nuestro director, Juan M. Santa Cruz”, además de frases de carácter xenófobo.

La situación generó una rápida reacción del comando de Jeannette Jara, que ingresó una denuncia ante el Servel por una eventual infracción a la normativa electoral vigente. A través de un comunicado, el equipo de campaña señaló que “consideramos que este tipo de intervenciones constituyen una clara vulneración al proceso electoral y a la democracia”.

Asimismo, advirtieron un posible uso indebido de la información de los usuarios. “Este tipo de acciones podría constituir un abuso en el uso de los datos personales que las personas entregaron voluntariamente a la empresa para fines comerciales, y no para la difusión de mensajes políticos o electorales”, agregaron desde el comando.

Según establece la ley electoral, tras el cierre oficial de la campaña, ocurrido el jueves en la noche, está estrictamente prohibida cualquier forma de propaganda electoral, incluyendo manifestaciones públicas con fines electorales, publicidad en prensa escrita, radio, redes sociales, plataformas digitales u otros medios análogos, así como la difusión de mensajes destinados a promover candidaturas o partidos políticos.

Ante la denuncia, Lipigas respondió mediante un comunicado de prensa en el que atribuyó el envío del mensaje a un “acceso no autorizado” a su sistema de notificaciones. Desde la empresa lamentaron lo ocurrido y aseguraron que el incidente fue contenido de manera inmediata.

“Lipigas no interviene ni se pronuncia sobre asuntos políticos”, señalaron, reiterando que lo sucedido no representa la postura de la compañía ni de sus operaciones habituales.

El caso quedó ahora en manos del Servicio Electoral, que deberá evaluar los antecedentes para determinar si existió una infracción a la normativa vigente y eventuales responsabilidades en uno de los episodios más polémicos de la jornada electoral.