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Confirman la muerte del niño de cinco años que cayó en un pozo en Marruecos

El pequeño Rayan cayó el pasado martes en un pozo descubierto y sin vallas de 32 metros de profundidad cerca de la casa de su familia.

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  • Agencias

  • Domingo 6 de febrero de 2022 - 11:52

Las autoridades marroquíes han confirmado la muerte del niño de cinco años Rayan Oram, tras pasar cinco días en el fondo de un pozo de 32 metros, según anunció un comunicado del Gabinete de la Casa real de Marruecos.

En un primer momento se informó de que el niño había sido rescatado con vida, pero finalmente se informó del fallecimiento del menor tras una compleja operación de rescate.

El comunicado fue publicado inmediatamente después de la finalización esta noche del operativo de rescate, que duró cinco días y tras haber sacado al niño del agujero perforado.

También se informó que el rey Mohamed VI tuvo una conversación telefónica con los padres de Rayan para darles el pésame, indicó la nota, que añadió que el monarca seguía de cerca el "trágico incidente" y dio instrucciones a todas las autoridades para tomar todas las medidas necesarias para salvar al pequeño.

La muerte del niño ha sido confirmada en un comunicado de la Casa Real marroquí en el que se explica que el rey Mohamed VI ha llamado por teléfono a los padres del niño, Jaled Oram y Wasima Jershish. El monarca alauí ha trasladado a la familia sus condolencias.

"En esta penosa circunstancia, su majestad el rey, que Dios le asista, expresó su más sentido pésame y su más sincera compasión a todos los miembros de la familia del fallecido en tan dolorosa prueba, siendo imparable la voluntad divina, implorando al Todopoderoso que le acoja en su santa misericordia y en su vasto paraíso y conceder paciencia y consuelo a su familia que perdió a su hijo", recoge el comunicado del Palacio Real marroquí.

La nota señaló que el rey agradeció los esfuerzos de las autoridades y fuerzas públicas, la sociedad civil y la "fuerte" y "amplia" solidaridad expresada a los familiares del pequeño.

Rayan cayó el pasado martes en un pozo descubierto y sin vallas de 32 metros de profundidad cerca de la casa de su familia en el municipio de Tamorot, en la provincia de Chefchauen, en el norte de Marruecos.

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