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El ataque sin precedentes de Irán contra Israel el sábado recién pasado no deja indiferente a nadie. Desde Teherán indican que se llevó a cabo operaciones mínimas y precisas contra centros militares del régimen israelí y que no buscan aumentar la tensión en la región.

Desde Irán también plantean que, si hay una contraofensiva por parte de Israel, la respuesta será 10 veces más dura, además de advertir a Estados Unidos que atacará sus bases en la región si apoyan una respuesta israelí.

Una represalia que podría tomar más tiempo del esperado, ya que, tras la reunión del gabinete de guerra, desde Israel indicaron que responderían "en la forma y en el momento que elijamos”.

Según el Canal 12 de noticias israelí, el gabinete de Seguridad habría autorizado al de guerra, conformado por Netanyahu, el ministro Benny Gantz y el ministro de Defensa Yoav Gallant, a tomar decisiones sobre cómo responderá Israel al ataque persa.

¿Qué podría provocar una respuesta de Israel?

El analista internacional, Gilberto Aranda, planteó en el programa Línea Uno de Stgo TV y radio Usach que primero hay que hacer una segunda lectura del ataque iraní. "Probablemente querían hacer una demostración de fuerza. Esto es una respuesta al ataque del 1 de abril, a la embajada en Damasco. Acá lo que ocurrió es un ataque que se hace con cierta limitación para que se den por enterados (Israel), pero que también dice que Irán está en capacidad para responder”.

En tanto, para Cristian Garay Vera, analista internacional y académico IDEA de la Universidad de Santiago de Chile, la respuesta de Irán a Israel fue "menos localizada, más difusa y no rompió alguna de las muy poquitas reglas que están operando hoy día en el sistema internacional, esto es la inviolabilidad de las embajadas. Esto es importante porque muestra que a pesar de la retórica, el régimen iraní no escaló esta respuesta".

Agregó que "aunque fue vistoso la masiva salida de drones y misiles balísticos, debemos decir que se neutralizó el 90%. Fue una respuesta efectista que satisface el orgullo nacional iraní, pero que decisoriamente es mucho menos que lo que Israel hizo, que fue violar conscientemente un recinto protegido por la inmunidad y eliminar a dos altos jefes de su milicia QUDS".

Sobre qué podría provocar una contra respuesta por parte de Israel, Aranda señaló que "depende del tamaño y la proporcionalidad de la réplica. Netanyahu, para su prestigio personal, tiene que dar alguna respuesta, el tema es si será una respuesta focalizada, contenida, como lo hizo Irán".

Agregó que "una cuestión es defender y otra es penetrar, ofender al territorio adversario. Biden ha sido bien claro en decir que no pretende una escalada que implica atacar territorio iraní".

Sobre la postura de Irán, Aranda manifestó que desde Teherán "tampoco quieren escalar esta situación, pero tenían que dar una señal".

En tanto, para el analista internacional Cristian Garay Vera "queda la impresión que la intención de Netanyahu de involucrar a Estados Unidos en un giro más extenso del conflicto con Teherán no fue considerado aceptable por Washington en términos de costos y beneficios, menos en un momento donde las armas y municiones se necesitan para el frente ucraniano. Lo mismo vale, para que Rusia, a pesar de su retórica pro iraní, puede verse impedida de recibir material militar de ese país si entra en conflicto con Israel".

Agregó que "en el juego de las amenazas y la retórica, ninguno de los actores ha querido parecer menos desafiante y fuerte que el otro. Pero es poco probable que una guerra convenga a las potencias que hoy se disputan el mundo, y mucho menos al resto del mundo".

¿Qué tipo de ataque se podría generar para no aumentar la tensión en la región?

El analista internacional Gilberto Aranda cree que "si Israel no se va con cuidado puede generar una escalada mayor, tendría que ser en un objetivo militar especifico, sino se puede escapar de las manos".

Agrega que "hay que recordar que Irán no está solo, está Rusia, probablemente esta Corea del Norte suministrándole tecnología".

Los países aliados de cada país insisten en buscar una vía diplomática al tema, para que no aumenten las tensiones en la región, pero para Aranda la clave será ver cómo y con qué potencia será la respuesta israelita. "Tiene que ver con el daño infringido, si hay muchas víctimas o a un objetivo militar neurálgico comprometido la respuesta podría ser masiva y contundente por parte de Irán", concluyó.