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Los diputados de la UDI, Sergio Bobadilla y Juan Manuel Fuenzalida, denunciaron que más de 80 excandidatos de centro-izquierda que participaron en distintos procesos eleccionarios en 2021, pero que no salieron electos, fueron nombrados por el actual Gobierno como secretarios regionales ministeriales (seremi) en la mayoría de las regiones del país, especialmente en la zona sur.

Al respecto, los parlamentarios gremialistas detallaron que los seleccionados son militantes y simpatizantes de diferentes partidos del Frente Amplio, entre ellos Comunes, Revolución Democrática y Convergencia Social, además de otros como el PC, PPD, PS, Partido Radical, FREVS, Igualdad, Ecologista Verde, entre otros.

“Es bastante insólito el nivel de volteretas que estamos presenciando en las actuales autoridades, que estando en campaña apoyaban todos los retiros de pensiones y criticaban la apertura de los colegios, pero cuando les toca gobernar se oponen a los retiros y reconocen que el cierre de los colegios fue un error. Y ahora, más aún, vemos que con los nombramientos de los seremis se van cayendo una por una sus promesas de no otorgar premios de consuelo ni contratar a cercanos o parientes en el Gobierno”, cuestionaron los diputados UDI.

En esa línea, Bobadilla y Fuenzalida denunciaron que los nuevos seremis participaron en distintas elecciones durante el año pasado, entre ellas las municipales, parlamentarias y también las constituyentes, siendo escogidos incluso personas que obtuvieron menos de 200 votos, como es el caso de dos seremis en las regiones de Magallanes y Metropolitana.

“Durante la campaña, el Presidente Boric dijo que construiría un país donde no iba a haber espacio para el pituto y que prohibiría la contratación de familiares y amigos en cargos de confianza. Sin embargo, va a tener que comerse sus palabras porque hicieron prácticamente lo contrario, al igual que con la designación de los embajadores”, criticaron los parlamentarios UDI, agregando que “quienes prometieron una renovación de la política, hoy están repitiendo las mismas prácticas que tanto cuestionaron, demostrando una inconsecuencia absurda”.