Tras analizar las políticas de tallaje femenino utilizadas por las principales empresas del país, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) detectó que existe una gran disparidad de medidas para una misma talla y tipo de prenda. En el caso de los jeans la diferencia alcanza hasta un 24% para la talla “S”, entre el promedio y la talla de mayor y menor tamaño.
Además, a través de este estudio, el SERNAC detectó que la inexistencia de parámetros únicos provoca una serie de problemas a los consumidores, como, por ejemplo, dificultades al pedir la devolución del dinero o el cambio debido a que el producto no se ajustó a su anatomía por la diferencia en centímetros para una determinada talla.
La necesidad de este análisis surgió, entre otros elementos, a partir de los resultados de la encuesta de “mujer y consumo” desarrollada por el mismo organismo, en que las mujeres mencionaron como un problema, la existencia de diferentes estándares en las tallas, pues se sienten discriminadas en el comercio y no consideradas por las empresas en sus necesidades.
El Director Nacional del SERNAC, Lucas Del Villar, valoró los resultados de este estudio y relevó la necesidad de que la industria avance en estos temas en una eventual mesa de trabajo.
La autoridad explicó que la estandarización del tallaje eventualmente tendría impactos positivos en el comercio pues favorece las compras online y ayudaría a disminuir la tasa de cambios por esta materia, y, además, considera las necesidades particulares de las mujeres.
“Para las consumidoras, el tema de las tallas no es sólo un asunto de consumo, sino que también puede tener impactos en su autoestima, tal como recogen nuestras encuestas. Para ellas será importante saber que una talla S, M, L, XL, es la misma en todos los comercios y responde a las particularidades de nuestro país. También les favorecerá que existan más alternativas”, indicó Del Villar
Principales hallazgos
Para realizar el estudio, el Sernac ofició a 11 tiendas del retail y entre las respuestas se puede concluir que sólo cuatro empresas (33,33%) indican contar con algún estudio o registro del perfil antropométrico del consumidor.
Además, el 75% de las empresas admite que no lleva un registro de cambios, devoluciones o reclamos con respecto a tallas de prendas.
Al analizar por tipo de prenda, en el caso de los jeans y vestidos, un 33,33% de las empresas indican que dichas prendas cuentan con una información de equivalencias de las tallas; mientras que, para el caso de las poleras, un 41,7% señalan que cuentan con una información o tabla de equivalencias.
Disparidad de medida de una misma talla
Tras el análisis, se puede concluir que existe disparidad de medidas para una misma talla y tipo de prenda, entre las diferentes marcas y tiendas.
Para el caso de los jeans, se encontraron, en promedio, las mayores diferencias. En la medida de cintura para las tallas “S” y “L” se detectaron diferencias de un 23,84% y un 22,96%, respectivamente, entre el promedio y la talla de mayor y menor tamaño encontradas.
En cuanto a las diferencias entre una talla y otra de jeans, los hallazgos más relevantes se detectaron en las medidas de la cintura y cadera entre las tallas “M” y “L”, donde variaba en 8,4 cm y 7,0 cm respectivamente al aumentar una talla. En tanto que la diferencia de pasar de una talla “S” a una “M” bordea los 4 cm.
En el caso de los vestidos, las diferencias más grandes, en promedio, se encontraron en las tallas “XL”, en la medida de pecho (35,56%) y cintura (30,79%).
En el caso de las poleras, las mayores diferencias se identificaron en el largo y medida del pecho, lo cual puede tener más bien relación con el diseño o estilo de cada prenda.
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