Actualidad

El Kéfir, kimchi, chucrut y kambucha son cada vez más populares entre los chilenos y chilenas. El boom por el consumo de comida fermentada crece cada año y hay varias razones de salud que respaldan este aumento explosivo. 

En el caso del kimchi, este icónico plato de la cocina coreana, podría incluso reducir el riesgo de desarrollar obesidad en hombres. Según un estudio publicado en la revista BMJ Open, comer hasta tres porciones al día de este repollo chino, que está sazonado con una mezcla única de especias y condimentos, podría reducir el riesgo de desarrollar obesidad en hombres.

Además, los investigadores de la Universidad Chung Ang, el Centro Nacional del Cáncer de Corea y el Instituto Mundial del Kimchi, descubrieron que los hombres coreanos que consumían más kimchi tenían una prevalencia de obesidad un 11% menor en comparación con menos de 1 porción diaria.

¿QUÉ ES LA COMIDA FERMENTADA?

Marcela Zamorano, experta en análisis de los alimentos y composición química de los alimentos, además de académica de la Facultad de Tecnología  de la Universidad de Santiago, explicó que "hoy se suele llamar a alimentos fermentados a los producidos en forma artesanal y que utilizan microorganismos nativos, como son algunas levaduras y  bacterias, en las que se destacan algunas bebidas (Kéfir), yogures, hortalizas y té fermentado (kombucha) y que en ellos permanecen estos microorganismos vivos". 

Sobre si este tipo de comida son buena para la salud, la académica aseguró que "los productos fermentados presentan en su composición diversas sustancias y microorganismos, que tienen un efecto protector de la flora intestinal (microbiota o bacterias que están en el intestino ), de esta forma ayudan a su multiplicación y fortalecimiento, produciendo beneficios intestinales, como una buena digestión, óptimo transito intestinal y hoy está demostrado que ayuda al sistema inmune, por ser esta una de las primeras barreras a microrganismo patógenos o malos para la salud".

La experta en análisis de los alimentos también se refirió a si esta comida fermentada podría ayudar a controlar las enfermedades inflamatorias: "No está demostrado esta función en su totalidad, salvo su efecto a nivel del intestino, que como se dijo por las sustancias que están en  ellos, como son algunos azúcares y los microrganismos propios, generan una protección en el intestino grueso que impide una inflamación de este, ya que aumentan los tipos de microbiota que esta presente en el intestino". 

Sobre algunos aspectos negativos que podría tener el consumo de comida fermentada, Zamorano planteó que "en algunas ocasiones , podrían ocasionar algunas molestias intestinales, por el aporte de bacterias que llegan al colon, produciendo gases y movimientos intestinales (dolores), en especial se observa cuando comienza el consumo de estos productos y que pasa con la ingesta continua. Por otra parte, si no están producidos en forma adecuada, pudieran contaminarse con bacterias patógenas y causar intoxicaciones alimentarias".

Ante el boom actual que existe en el mundo y también en Chile, la académica Usach aseveró que es un buen momento para que se considere este tipo de consumo como parte de la dieta diaria de una persona. 

"Sería bueno incluirlos en forma habitual, ayuda a mejorar y fortalecer nuestra microbiota y, por ende, nuestra inmunidad y salud intestinal, fundamental para una buena salud general. La inclusión debería ser regular y formar parte de los alimentos que consumimos en la semana, la continuidad de su consumo es la única forma de obtener beneficios".