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Este martes, la Onemi decretó Alerta Amarilla para las comunas de Villarrica, Pucón, Curarrehue (La Araucanía) y Panguipulli (Los Lagos) por la actividad del volcán Villarrica.

La entidad decidió cancelar la Alerta Temprana Preventiva y determinar la nueva medida a raíz del último reporte de actividad volcánica (RAV) emitido por el Observatorio Volcanológico de Los Andes del Sur (OVDAS), perteneciente al Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin).

Según informó la oficina gubernamental, "el volcán podrá presentar variaciones en sus parámetros, que indican que está por encima de su umbral base y en un proceso inestable. Con un tiempo probable para una erupción de semanas o meses".

Explicó que el RAV dio a conocer que el volcán "presenta un incremento de sismicidad asociada con la dinámica de fluidos y mayor actividad superficial siendo visible. Con relación a la sismicidad, desde inicios de octubre la cantidad de sismos de largo periodo (LP) tuvo un incremento entre el 09 octubre y el 02 de noviembre, cuando se registraron máximos mayores a 600 eventos por día. Asimismo, los tamaños valorados a partir del Desplazamiento Reducido (DR), indican una media de 28 cm2, destacándose durante los últimos días, 4 explosiones alcanzaron los 30 cm2".

Además, señaló que "la energía de la señal de tremor continua con valores por sobre su nivel base", mientras que "a partir de observaciones in situ e imágenes satelitales, se detectó una gran cantidad de piroclastos alrededor del cráter y sobre la nieve, principalmente con dirección Nor-Oeste (NO), de hasta unos 20 cm de tamaño".

En base a dichos antecedentes, se explicó que el Sernageomin modificó "la zonificación de peligros, considerando una zona de probable afectación por productos volcánicos en un radio de 500 metros respecto del borde del cráter activo".

Por ello, la Onemi estableció restricciones al acceso en torno al cráter activo con un radio de 500 metros.

Con la declaración de la alerta, se alistarán escalonadamente los recursos necesarios para intervenir de acuerdo a la evolución del evento, con el objeto de evitar que éste crezca en extensión y severidad, minimizando los efectos negativos en las personas, sus bienes y el medio ambiente.