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Por muchos años, hemos leído artículos y escuchado a expertos que sostienen los peligros que conlleva el consumo no controlado de bebidas alcohólicas. Y, en esa línea que, en 2024, el destacado neurólogo y neuropsiquiatra norteamericano Richard Restak publicó un libro llamado “Complete Guide to Memory: The Science of Strengthening Your Mind” (“Guía completa de la memoria: la ciencia de fortalecer tu mente”).

En sus páginas, el facultativo sostiene que es clave que las personas mayores de 65 años eviten el consumo de alcohol por el riesgo de sufrir una pérdida de neuronas. ¿La razón? Según el experto, esa es la línea temporal en que nuestro cuerpo se vuelve más vulnerable.

LA IMPORTANCIA DE LAS NEURONAS

Antes de establecer la importancia de las neuronas, es fundamental saber en qué consisten. En conversación con Diario Usach, Pedro Chaná, cirujano con especialidad en Neurología, y académico de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago, explica que “las neuronas son la unidad básica del sistema nervioso central, son su sostén ya que ellas son las encargadas de ejecutar sus funciones”.

En otras palabras, son células fundamentales porque se encargan de recibir, procesar y transmitir información a través de señales eléctricas y químicas. 

Y por lo tanto, si las neuronas se comienzan a perder el cuerpo humano entra en problemas. “Esa situación implica un deterioro de las capacidades del sistema nervioso”, sostiene Chaná y coincide con Richard Restak al expresar que “el alcohol es un producto que tiene toxicidad y está demostrado que, su consumo en altas dosis, puede producir alteraciones debido a la pérdida de neuronas y la disminución de funciones de distinta naturaleza”.

El facultativo grafica que, por ejemplo, la pérdida de neuronas periféricas se puede expresar a través de síntomas sensitivos (como el dolor, entumecimiento y hormigueo) o autonómicos (afectación en la presión arterial o problemas de sudoración). Y a esto se suman hechos que pueden terminar afectado el día a día de la gente, como son la disminución de la memoria, del movimiento y cambios en la personalidad.

LA SITUACIÓN DE LAS PERSONAS MAYORES

Los hombres y mujeres mayores de 65 años son más susceptibles a tener dificultades neuronales debido a que, por el ciclo de la vida, se vuelven más vulnerables. “Esto se produce a raíz de que, en que a partir de ese punto, su capacidad de regeneración celular se ve afectada”.

Es más, Pedro Chaná señala que existen muchas sustancias que pueden alterar al sistema nervioso central que no están relacionadas con el alcohol, como las benzodiazepinas o tóxicos como el litio, el mercurio o el plomo, los que por acumulación, terminan generando problemas.

A su vez, también existen elementos que sirven para estimulación de regeneración de neuronas. “Ahí se reconocen fármacos, tipo vitamina (como la vitamina C, la B6 y B12, y el ácido fólico) que pueden ayudar”, dice Chaná.

En lo que respecta a las dietas, para un sistema nervioso saludable, el académico de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago recomienda alimentos ricos en antioxidantes. “El equilibrio entre una buena nutrición y una vida sana es fundamental”, concluye.

¿Y el alcohol? Pedro Chaná recalca que cuando su consumo es crónico, la probabilidad de tener una pérdida neuronal es grande. Eso se sume a otro riesgo destacado por el estadounidense Richard Restak: la posibilidad que tienen las personas mayores para desarrollar Alzheimer o problemas de índole físico.