“Lo que defendía el informe presupuestario, que se hizo mientras se iba preparando esta ley, era cambiarle el nombre a la Onemi y ponerle Senapred (Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres). Seguíamos operando con los mismos recursos, con las mismas personas, pero se le asignaban más tareas”, explicó el dirigente de la Asociación de Funcionarios de Onemi, Andrés Romero, al entregar los argumentos del paro indefinido que llevan adelante desde este jueves.
En diálogo con Estación Central, señaló que “ese es el gran problema que tenemos ahora. Para poder cumplir con todas las tareas que nos da la nueva ley, necesitamos alrededor de 3000 millones de pesos más, y esto implica un aumento de dotación, mejora en infraestructura, fortalecer a las regiones”.
Romero, agregó que “históricamente, si revisamos la gestión del riesgo en Chile, el año 1906 después del megaterremoto en Valparaíso, se crea el Centro Sismológico Nacional. Después del terremoto de 1960, se le asigna al SHOA la responsabilidad respecto a los tsunamis. Después del terremoto de 1939, se trabaja en la Ley General de Urbanismo y Construcciones. Siempre hemos sido un país reactivo. Ahora tenemos la oportunidad, por primera vez de ser preventivos”.
Sí reconoce que “la Onemi ha ido avanzando mucho en la línea de lo que trae la nueva ley, se han creado planes específicos de emergencia, se trabajado la gestión preventiva”, sostiene Romero y recuerda que “después del 27-F, vino una fuerte inyección de recursos a Onemi, se fortalecieron las direcciones regionales, se aumentó la dotación de personal, se fortaleció la Red Sismológica Nacional”.
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