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El Juzgado de Garantía de Arauco resolvió la reapertura de la investigación por la desaparición y muerte de Tomás Bravo, el niño de tres años que fue hallado sin vida en febrero de 2021 a dos kilómetros de su domicilio en el sector de Caripilún, en la comuna de Arauco, Región del Biobío.

La instancia judicial tomó la decisión al acoger la petición de la Defensoría Penal Pública, la cual está representando a Jorge Escobar, tío abuelo de la víctima y único imputado de la causa por el delito de abandono con resultado de muerte.

El objetivo es que Fiscalía entregue los informes del Servicio Médico Legal y de la Policía de Investigaciones durante la indagatoria ante eventuales errores de metodología.

La petición fue apoyada por Pelayo Vial, abogado de Estefanía Gutiérrez, madre del niño fallecido. La mujer buscaría demandar al Estado por las falencias y así solicitar en tribunales civiles una reparación estatal por lo ocurrido.

Vial señaló que habrían solicitado estos antecedentes en diciembre, pero que fueron negados por la fiscal regional Marcela Cartagena.

Han pasado más de dos años de que fuese hallado el cadáver del menor en una zanja del río Raqui y aún no existen sospechosos del crimen. En agosto del año pasado, se nombró un curador ad litem para realizar unos peritajes ADN un hombre de iniciales V.H.A., que tiene sus facultades mentales alteradas.

Según acusó la familia de la víctima, una mujer denunció un intento de ataque sexual por parte del sujeto, asegurando que este le había dicho que no se resistiera para que no le ocurriese lo mismo que a Tomás.