Cultura

La cultura debería funcionar como un ente dinámico, inclusivo y adaptable a los desafíos contemporáneos. Uno de ellos, sigue siendo la falta de visibilidad para las obras y el trabajo realizado por mujeres pioneras que se desarrollaron en campos donde los hombres fueron destacados en desmedro de las sensibilidades plasmadas por las creadoras de nuestro país.

Por ejemplo, según un estudio realizado en 2017 por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, sólo el 12% de la colección de obras del Museo de Bellas Artes son de mujeres y en el Museo de Arte Contemporáneo la cifra aumenta a un 35%.

Para Virginia Woolf, “en la mayor parte de la historia, anónimo era una mujer”, así que en un ejercicio por despejar los nombres que podrían quedar en la oscuridad, le pedimos a Paula Altamirano, conductora de “Artes y Oficios” de Radio Usach para que nos recomendara a cinco mujeres que se han expresado de manera destacada a través de la música, el arte textil, la dramaturgia, el videoarte y las artes visuales.

Aquí van sus sugerencias:

AKRIILA (música): AKRILLA es el pseudónimo de Fernanda Sepúlveda, una joven de Maipú de 20 años que mezcla la sensibilidad del pop ecléctico y electrónico, con el trap y dembow deconstruidos, para plasmar una propuesta que tiene clara su estética y sonido.

Su primer lanzamiento musical fue el EP “001”, una publicación protagonizada por el trap y un track con guitarra acústica, donde se puede escuchar parte de su versatilidad y cobijo en los acordes más sencillos de una canción a guitarra de palo. Luego, en 2024 lanzó su disco debut “epistolares”, una colección de 12 canciones con las que escapa de la etiqueta de “artista urbana” y muestra sonidos contemporáneos y arriesgados.

Claudia Gutiérrez (arte textil): Claudia Gutiérrez es artista visual, con un trabajo enfocado en el bordado y arte textil, una manifestación que generalmente está relacionada a lo femenino y al plasmar paisajes ingenuos, pero que en nuestro país carga también con una importante tradición política.  

El trabajo de Claudia está enfocado en la representación de su propio contexto, es decir, la periferia, y de la posibilidad evidenciar lo que también pasa en estos contextos: en cómo los graffitis son parte del panorama, en la geografía social de comunas como Puente Alto o San Bernardo, y en lo que allí sucede.

Gloria Camiruaga (videoarte): Gloria nació en la ciudad de Chimbarongo en 1940 y a finales de los años sesenta se trasladó a Santiago a estudiar. Tras diez años donde se involucró en la docencia siendo profesora de filosofía de la Universidad de Chile y además, periodista de oficio para diarios y revistas, conoce el videoarte y lo estudia en el San Francisco Institute en Estados Unidos.

Ese momento marca un antes y después en su vida y en su forma de crear, dedicándose por completo a realizar videoarte y documentales. Parte de su producción la ha realizado en colaboración con Diamela Eltit, Lotty Rosenfeld y las Yeguas del Apocalipsis.

Actualmente, se encuentra en el Museo de Arte Contemporáneo del Parque Forestal la muestra “Un espacio ganado”, un recorrido en tres salas donde se presenta una selección de sus fotografías y videos realizados entre 1982 y 2005.

Carla Zúñiga (dramaturgia): Carla Zúñiga es una dramaturga, directora, actriz y docente de teatro, destacada en la escena teatral contemporánea chilena. Ha escrito más de 30 textos con una mirada que apunta a discutir las historias protagonizadas por mujeres y disidencias sexuales.

Entre sus reconocimientos destacan el premio a mejor dramaturgia por el Círculo de Críticos en 2018 y 2020 por “Prefiero que me coman los perros” y “Un montón de brujas volando por el cielo”. Además, en 2019 obtuvo el Premio a las Mejores Obras Literarias, reconocimiento entregado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio por “Yo también quiero ser un hombre blanco heterosexual”.

Uno de sus últimos montajes fue “En la oscuridad de la noche”, el que también fue su debut como directora y relata el miedo permanente que enfrentan las mujeres a causa de la violencia de género que se da, precisamente, en la noche.

Mon Laferte (artes visuales): La faceta de Mon Laferte como artista visual ha sido criticada durante los últimos meses por un problema que pasa por la burocracia de los espacios culturales, pero no por su obra, la cual está protagonizada por un relato que cruza lo biográfico con las experiencias colectivas de otras mujeres que han experimentado violencia de género.  

En su última muestra “Autopoiética”, la cual se exhibió en el centro cultural Matucana 100, además de crear en formatos como el bordado, el dibujo o los bodegones, realizó una instalación que invitaba a escuchar los testimonios de niñas, adolescentes y mujeres adultas que han sido víctimas de violencia en todo su espectro.

Actualmente, Mon Laferte es parte de la exposición “Recolectoras” en México, una muestra que reúne su obra y la de Violeta Parra, no como un punto de comparación, sino que de homenaje al trabajo de la primera recolectora y recopiladora del país. Pero aún así, son varios los puntos que las unen: la versatilidad, el desarrollo de una carrera en la música popular y ser criticadas por romper las barreras de lo socialmente aceptado en términos de la creación.