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El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, se reunió con la Asociación de Municipios del Norte de Chile (Amunochi), para abordar la problemática migratoria y humanitaria que se vive en la frontera con Perú, y que se ha agudizado en los últimos días con cientos de personas intentando dejar el país.

Tras la instancia, señaló haciendo alusión a la situación en Venezuela que "América Latina vive una crisis migratoria. Parece que nos olvidamos que hay un país desde donde salieron cerca de 6 o 7 millones de ciudadanos".

"Chile ha tomado medidas para controlar ese ingreso irregular, entre ellos el despliegue de las Fuerzas Armadas en el norte. Hoy hay ciudadanos que está buscando salir de Chile y la policía peruana está impidiendo su ingreso al país de Perú y eso está generando evidentemente una situación conflictiva en el límite entre Chile y Perú. Estos ciudadanos hoy están entre la policía peruana y la policía chilena, la policía peruana no los deja entrar y quedan prácticamente en la Línea de la Concordia", explicó.

En la misma línea, Monsalve indicó que "esto se resuelve conversando y por eso afirmó el canciller que a través de la subsecretaria de Relaciones Exteriores se están llevando adelante conversaciones con Perú, con el objeto de poder dar una salida diplomática al conflicto que ambos países están enfrentando en la frontera y que es producto de un fenómeno migratorio que no es responsabilidad de Perú, tampoco lo es de Chile, pero que ambos países tienen que ponerse de acuerdo cómo manejarlo".

"Esperamos que esas conversaciones diplomáticas puedan tener una salida concordada con Perú respecto a la crisis que estamos viviendo en la zona norte de Chile, que hoy es generada porque ciudadanos no quieren entrar a Chile, quieren salir de Chile", sostuvo.

Consultado por el simulacro de balacera que se realizó en un colegio de Renca, en la Región Metropolitana, el subsecretario mencionó que "yo espero que Chile, y esa es la tarea del Gobierno, no se acostumbre a las condiciones de inseguridad, que recuperemos el derecho a la seguridad y la transformemos en una política de Estado".

A propósito del plan Calles Sin Violencia, afirmó que "uno de los temas centrales es ir al control de armas, porque para que hayan balaceras tienen que haber armas. Sacar las armas de la calle a través del control, tanto de los que son usuarios legales y por tanto están usando armas , o de las armas ilegales, constituye una tarea central".

"Lo que yo pido a las autoridades locales es que tengamos coordinación con los delegados regionales, con Carabineros de Chile y con las policías, para enfrentar eventuales amenazas a la seguridad de la población", sumó.

La autoridad aseveró que "no podemos actuar unilateralmente, no nos sirve que un municipio en particular tome eventualmente decisiones unilaterales. Lo que nos sirve es que el municipio, Carabineros de Chile, la PDI, la Delegación Presidencial se hagan cargo de un plan para abordar las eventuales amenazas a la seguridad de la población".