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El presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Juan Sutil, se refirió a los dichos emitidos por el vocero de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul, asegurando que son constitutivos de delito.

"La madera que nosotros recuperamos es para tener recursos para generar los insumos para reconstruir el mundo Mapuche. Y para tener los fierros, y para tener los tiros, y para tener los implementos necesarios para defender a las comunidades y los procesos que se llevan adelante", fue lo dicho por el comunero el pasado 10 de junio.

Ante estas declaraciones, la ministra del Interior, Izkia Siches, aseguró que "en esta ampliación de querella no solo solicitamos especial énfasis en estas declaraciones, en la revisión de estas declaraciones como también las previas en donde están contenidas las que fueron acogidas por la prensa este fin de semana, pero no son informaciones nuevas".

"En específico, cuando hay cualquier admisión por parte de estas personas de un ilícito, sin duda el Ministerio Público también, tal como lo hemos dicho de forma reiterada, tiene toda la libertad de actuar (...) esperamos efectivamente que el Ministerio Público pueda investigar y hacer lo que corresponde para esto", había señalado la autoridad.

Tomando esto en cuenta, el empresario afirmó que las declaraciones de Llaitul "invitan a cometer ciertos delitos. Y ese actuar es un hecho determinado constitutivo de delito de acuerdo a la Ley de Seguridad del Estado".

“Es lo mismo que pasa con las amenazas, se puede dar la situación que una persona amenace en un sinfín de oportunidades, pero no por eso se debe renunciar a perseguir tales dichos si es que cada uno de ellos puede ser considerado como un delito de amenazas previsto en el Código Penal”, acotó el presidente de la CPC.

Además, expresó que la inacción del Gobierno ante estos dichos, podría ser entendida como una decisión del Ejecutivo de “renunciar al ejercicio de su deber constitucional de velar por el orden público frente a la comisión de delitos también de orden público como es en este caso”.

“Es un gran problema cuando los países no saben qué hacer con terroristas, narcos y delincuentes. Eso puede terminar en sabotaje a buses, puentes o caminos, secuestros y muertes”, fustigó el líder empresarial.