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La Propedéutica de acuerdo al diccionario de la Real Academia Española es la enseñanza preparatoria para el estudio de una disciplina. La Universidad de Santiago creó en 2007 el Propedéutico USACH-UNESCO “Nueva Esperanza, Mejor Futuro”, convocando a estudiantes con mejor ranking, en el contexto de sus respectivos establecimientos, a participar de este innovador programa.

Desde entonces, pueden integrarse las y los estudiantes que cursen cuarto año medio en establecimientos educacionales seleccionados por la universidad y que hayan obtenido un promedio de las notas finales de 1°, 2° y 3° medio, que los ubique entre el 8% y 10% superior del ranking de su curso.

Además deben haber permanecido en el mismo establecimiento desde el inicio de su enseñanza media. Durante 2023, el Programa mantiene convenios con 12 establecimientos educacionales, ubicados en las regiones de Valparaíso, Metropolitana y O'Higgins.

Las y los convocados deberán asistir a las clases que Propedéutico organiza y que abarcan distintas áreas del conocimiento y el desarrollo personal. En caso de aprobar dicho programa pueden, sin considerar el puntaje obtenido en la PAES, ingresar al Programa de Bachillerato en Ciencias y Humanidades, aunque sí deben rendir esta prueba.

La selección de las y los estudiantes que pueden optar a estos cupos especiales, se basa en criterios que buscan identificar a quienes han demostrado un mayor compromiso con su proceso y un potencial destacado para tener éxito en su futura trayectoria académica universitaria.

Para ingresar mediante a esta vía de acceso de equidad, los y las estudiantes deben cumplir con tres requisitos: Aprobar la etapa preparatoria (Academia), instancia que considera el compromiso y la aprobación de los talleres no optativos  de Matemáticas, Desarrollo de Habilidades Personales y Lectura y Escritura; inscribirse y rendir la PAES y postular al Formulario Único de Acreditación Socioeconómica (FUAS).

Descubriendo su vocación

Walter Valdés recuerda que la idea de estudiar en la universidad era muy lejana o imposible para él, pero ingresar al Propedéutico fue una "luz" que iluminó su horizonte. “Yo estaba en un liceo técnico de Doñihue; mi papá siempre decía que lo único que podía darme era eso, lo me llevó a estudiar mecánica automotriz, que era lo que él quería. Seguí su vocación hasta que recién pude pensar en la mía ingresando al Programa”, remarca.