En lo que fue considerado un acto revolucionario para la época, en 1934, Roberto Zúñiga Peñailillo fundó en pleno centro de Santiago el centro de diversiones “Entretenimientos Diana”. ¿Su primer atractivo? Un pequeño juego de “Tiro al blanco”.
El nombre “Diana” fue inspirado en la mitología griega, pero su génesis, proviene de un rifle de origen alemán de marca “Diana” que por azar cayó en las manos del fundador del popular recinto, que con el paso de los años se transformó en visita obligada de miles de personas que, hasta el día de hoy, repletan sus dependencias.
Atracciones como, el “Tiro a los Patitos”, los “Gatos Porfiados”, la “Pirámide de Tarros” y los clásicos “Taca Taca”, pasaron a ser parte integral de la entretención de todos quienes visitaban este lugar, haciéndolo casi imprescindible a la hora de optar por un sano pasatiempo y entretención.
“Es una tradición que se ha traspasado de generación en generación. Acá vienen personas que antes vinieron con sus padres o abuelos, queriendo jugar en la misma máquina que ocupaban sus seres queridos y da la casualidad que a veces tenemos esa máquina acá”, comenta Ricardo Martínez, actual administrador de entretenimientos Diana.
Según los registros del local, en 1961, Roberto Zúñiga da el gran salto a la modernidad inaugurando un nuevo y espacioso local ubicado en Ahumada 170 subterráneo. En dicho local, debutan con mucho éxito las primeras máquinas electromecánicas y electrónicas tales como “Foto Finish”, “Cover Girl”, “Egg-Head” además de algunos juegos de video tales como “Shoot the Clown” y “Auto Test”, causando especial furor el “Space Invaders”, “Phoenix” “Pacman” y “Mario Bros”, entre tantos otros.
Fue en esos mismos años cuando las ramas de la familia fundadora de DIANA deciden separar el negocio en 2 unidades: Entretenimientos DIANA y Juegos DIANA (ubicados en San Diego 438). Si bien ambas empresas comparten el nombre, tienen propiedad y administración completamente independientes.
NUEVAS GENERACIONES
Los avances de las tecnologías y la expansión de las consolas de videojuegos se transformaron en una de las más grandes amenazas de los “Diana”. Los niños y niñas podían tener los mismos juegos en sus casas, lo que ponía en riesgo el negocio. Sin embargo, la experiencia de ir al local y compartir con amigos ha mantenido vigente el negocio.
“Yo lo comparo con el estadio. No es lo mismo verlo en directo que en la casa, aunque tengas el mejor televisor. Hemos apostado en hacer una experiencia inolvidable para quienes nos visitan y siempre vuelven”, comenta Martínez, quien asegura que la real amenaza la vivieron hace pocos años con la pandemia del Covid-19, cuando el local estuvo a punto de cerrar.
“Este es un aniversario muy especial porque venimos saliendo de algo que nos golpeó muy fuerte, como a la mayoría de los chilenos, que es la pandemia. Nos puso de rodillas, porque estuvimos casi dos años cerrados. Eso nos hizo replantear si es que íbamos a seguir o no, es algo que nunca antes lo habíamos vivido”, sostiene.
Después de 20 años de funcionamiento en el Paseo Ahumada, donde los entretenimientos Diana alcanzaron el peak de la vanguardia, introduciendo en Chile por primera vez los “Videos Simuladores”, se trasladaron a Merced 839, ubicación que mantienen hasta hoy con gran demanda de sus clientes.
“Nos preocupamos de que efectivamente la experiencia sea buena, por lo que mantenemos precios populares. La idea es que la persona regrese con amigos a revivir juegos de antes o probar lo último que tenemos. Somos una forma de entretención y queremos llegar a muchas personas, por mucho tiempo, más aún en una ciudad con escasos momentos de alegría”, sentencia Ricardo Martínez.