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Un diez por ciento de los vuelos con salida o llegada al aeropuerto parisino Charles de Gaulle fueron cancelados este viernes por una huelga del personal adscrito a las instalaciones por segundo día consecutivo, y la situación corre el riesgo de repetirse durante el fin de semana.

La portavoz del Gobierno francés, Olivia Gregoire, explicó en una entrevista al canal LCI que la cancelación de esos vuelos (en torno a un centenar de los 1.300 programados habitualmente cada día en Charles de Gaulle) se decidió el jueves para poder avisar a los viajeros afectados y que no tuvieran que desplazarse sin motivo al aeropuerto.

En la práctica, todos los viajes anulados se concentran en la franja entre las 7.00 y las 14.00 locales, y entre esas horas suponen el 17%, lo que generó caos en el aeropuerto con muchos turistas esperando en el aeropuerto por respuestas.

Además, los huelguistas han organizado marchas en una de las terminales de Charles de Gaulle y en otra de la del aeropuerto de Orly, al sur de París. Eso puede dificultar durante la jornada tanto el acceso a las dos plataformas como la movilidad en su interior.

La portavoz del Gobierno se esforzó en subrayar que las perturbaciones en los viajes por avión "es un problema que afecta a toda Europa" y que en el aeropuerto de Amsterdam-Schiphol las anulaciones están siendo muy superiores.

Explicó que su Ejecutivo ha estado discutiendo con los sindicatos organizadores del paro y que eso va a continuar la semana próxima "para encontrar una salida a la crisis".

El paro comenzó el jueves con los bomberos de Aeropuertos de París (ADP), pero a partir de hoy y durante el fin de semana la convocatoria se extiende a otros colectivos y a otras empresas que trabajan en la plataforma de Charles de Gaulle.

Los sindicatos de ADP exigen una subida del 6% en la remuneración con efectos retroactivos al 1 de enero pasado, mientras que la empresa propone un 3% a partir del 1 de julio.

Durante la crisis del Covid-19 ADP suprimió cientos de empleos y los trabajadores que siguieron en plantilla aceptaron una reducción del 5% de su remuneración. Esa situación se vivió también en muchas otras empresas que operan en los aeropuertos.

Ahora que la actividad se ha recuperado casi al nivel de 2019, el año precedente al choque del coronavirus, todas esas empresas tienen muchas dificultades para encontrar personal cualificado.