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Tras una mala experiencia en el colegio, víctima de bullying, especialmente por su déficit atencional y dislexia, Giancarla Marisio investigó y fundó la “Academia América por la educación emocional”, que aporta en herramientas a profesores, niños, niñas y jóvenes en esta materia, que para ella, debiese ser el centro del trato educacional.

Marisio destacó en Radio Usach que “necesitamos que de ahora en adelante se le entregue educación emocional a los niños”, pero que muchos profesionales de los colegios “no saben cómo hacerlo”. Fonoaudiólogos, psicopedagogos o psicólogos, asociados al trato directo con los NNA en establecimientos, “no estaban posicionados para armar un proyecto educativo en educación emocional, que es lo que se les pide de un momento para otro. Una de las cosas que agradezco de esta pandemia, es que se nos haya abierto la mirada en torno a que la educación de hoy en día está obsoleta”.

“Carecemos en inteligencia emocional, en reconocer nuestros puntos débiles, dirigir nuestro diálogo interno, reconocerme, amarme, respetarme, para desde ahí respetar a un otro”, puntualizó la también especialista en mentoría y coaching, quien además advirtió que “siempre les digo a los profesores, que los niños, niñas y jóvenes no rechazan lo que queremos enseñar. Lo que rechazan es la forma en cómo queremos que aprendan. Tenemos pruebas estandarizadas, pruebas memorísticas que no miden competencias”.

Para la directora de Almando “transformar el paradigma de la educación va en la transformación de cada uno como persona”, y para ello es necesario considerar “la educación por sobre la política, no importa quien esté gobernando”, pues tanto para apelar a la mejor educación pública posible, e incluso a la privada, “está claro que en cuatro años un presidente no va a lograr todo lo que se necesita”, y por ende, este debe ser un tema del Estado.

En cuanto a la necesidad de la vuelta a clases presencial, Marisio comentó que “cuando capacitamos niños desde quinto básico a cuarto medio, les preguntamos y ellos sí quieren volver”, pero que las aprehensiones entendibles de sus padres muchas veces son más fuertes. “Tenemos que comprender la necesidad de los niños y que el aprendizaje es más efectivo cuando estamos entre lazos, cuando se ven”, señaló la especialista en educación, pero con el alcance de que “los colegios tienen que tener las medidas preventivas para entregar una respuesta a la salud que es primordial”.

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