Las apariciones, manifestaciones de almas en pena, la clarividencia y otras cuestiones similares contradicen todo lo que dice la ciencia. Pero tratar de entender la mente de quienes creen en estas cosas paranormales tiene mucho de científico, y eso es lo que hizo un grupo de investigadores que revisó 71 estudios buscando patrones que expliquen cómo piensan.
Esto lo comentábamos con Francisco Parada, doctor en Psicología Cognitiva y Neurociencias y académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Diego Portales, quien nos decía que esta revisión advirtió que “hay poca investigación sobre el tema y la que hay es de no muy buena calidad”.
Pese a esto, “podemos concluir que algunos modelos antiguos que creíamos que eran la base neuronal de la experiencia paranormal (…), como la separación entre un cerebro racional y otro emocional en realidad no es tan así”, explicaba.
Otro punto clave es la función que tiene nuestro cerebro. Porque así como el sistema digestivo digiere comida, la función principal de nuestro cerebro sería predecir el mundo. Y para lograrlo, decía Parada, “necesitas llenar la información que te falta”. Pero el tema es que hay gente, aquellos con un pensamiento más intuitivo, que a veces se saltan ese paso.
“De hecho, guardando el respeto por las temáticas, la religión, las teorías de la conspiración y la creencia en lo paranormal forman todas parte de un mismo ámbito de investigación. (…) Creo incluso que el renacimiento de ideas neofascistas va acompañado de teoría de la conspiración y algún tipo de manto religioso”, precisaba el académico UDP.
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