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El presidente del Consejo Gremial del Estamento Docente del Instituto Nacional, José Vega, manifestó que se encuentran en alerta respecto a la situación de violencia que se ha vivido al interior del establecimiento educacional durante el primer semestre del año y no descartó ir a paro si no existe una solución por parte de las autoridades competentes.

“Estamos en estado de alerta ante los eventuales hechos o sucesos violentos que se puedan seguir desarrollando en los próximos días. Hemos vuelto a clases, algunos presenciales y otros online, hacemos todo lo posible por retomar la normalidad. Pero no descartamos ir a paro”, declaró el dirigente este miércoles, cuando el recinto cumple 209 años desde su fundación.

Vega agregó que “hace dos meses nos reunimos con el Subsecretario de Educación, pero no hemos tenido una respuesta inmediata a nuestros requerimientos y demandas, lo mismo le solicitamos a la alcaldesa Irací Hassler para buscar solución a lo que nosotros enfrentamos día a día”.

Mientras que el presidente regional Metropolitano del Colegio de Profesoras y Profesores, Mario Aguilar, indicó que “las y los docentes lo han entregado todo, abordaron todas las estrategias pedagógicas, pero no es suficiente si no hay real apoyo de las autoridades, si no hay atención a las graves problemáticas que se viven, algunas de ellas que se arrastran por décadas”.

Añadió que “si no se pasa de la retórica a la acción concreta con una solución real, si no se abordan los hechos delictuales como tales, esto no se va a resolver y, por el contrario, se continuará agudizando”.

Los profesores del Instituto Nacional realizaron este martes un punto de prensa en el establecimiento, donde pidieron “con urgencia ser escuchados por quienes tienen el deber y la obligación de respetar la dignidad de toda la comunidad escolar”.

Aseveraron que los actos de violencia en el establecimiento se han perpetuado por varios días “por un grupo muy reducido de individuos encapuchados, violentos y agresivos que amenazan a integrantes de la comunidad”.

Según los docentes, esta situación ha provocado varias consecuencias, como “suspensión constante de clases presenciales, daños a la infraestructura, daños socioemocionales y psicológicos, daños físicos, paralización de labores, carga excesiva de labores por constantes cambios en las planificaciones pedagógicas, adecuación presencial vía online, equipo directivo sin apoyo de organismos gubernamentales en las medidas propuestas, incertidumbre para las familias institutanas y éxodo estudiantil”.