A partir de este lunes en Grecia entró en vigor una nueva normativa que eleva la semana laboral reglamentaria de 40 a 48 horas.
De esta forma, todas las empresas podrán ofrecer contratos de seis días a la semana, una opción hasta ahora abierta únicamente para unos pocos sectores, como la restauración y el turismo. Los empleados podrán elegir trabajar más solo si las empresas deciden permanecer abiertas más tiempo; y, si lo hacen, cobrarán un pago extra.
El gobierno griego afirma que las nuevas normas simplificarán la administración, darán más derechos a los empleados, reducirán los periodos de prueba a seis meses y pondrán reglas al trabajo no declarado. También ayudarán a llenar las lagunas del mercado de mano de obra cualificada.
Cabe señalar que esta legislación laboral es un caso atípico en Europa. Empresas de Bélgica, Francia, Reino Unido, España e Islandia han experimentado con distintos modelos para trabajar menos. Una opción es dividir la semana de 40 horas en cuatro días, con jornadas más intensas, de 10 horas.