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A propósito del proyecto de ley que busca garantizar prestaciones para quienes tengan secuelas graves tras haberse recuperado del Covid-19, el académico de la carrera de Kinesiología Usach, Manuel Gálvez, sostuvo que en "este momento lo que está siendo más deficiente es el acompañamiento al alta, este proceso ambulatorio, cuando este paciente vuelve a su casa, probablemente va a quedar con un par de controles al médico al mes, a dos meses, pensando sólo en una lógica farmacológica, pero todos los otros elementos quedan a la deriva”.

En diálogo con Sin Tacos Ni Corbata, el kinesiólogo de la UCI del Hospital San José comentó que “las variables que están involucradas en estos procesos son bastante grandes y amplias. Y en ese sentido hay diferencias entre el mundo público y privado, del punto de vista de la cantidad de especialistas, de la oferta, de las posibilidades de tener tecnología adecuada”.

Agregó que “hay mucha reconversión de unidades de rehabilitación en áreas que tienen que ver con la emergencia. Hoy claramente hay un desfase y una brecha importante entre el mundo privado y público del punto de vista de la oferta para rehabilitar a estos pacientes, una brecha que si bien es histórica, hoy en día se ha acentuado más”.

Gálvez explicó que “en la estrategia de intervención hay una serie de eslabones que se van encadenando para que puedas conseguir un resultado global, cada uno se pone un objetivo a corto plazo de por ejemplo que un paciente mejore su ventilación, que pueda caminar, etc. Pero si lo ves de una manera global, lo que buscas al final es que ese paciente se reintegre a sus actividades cotidianas, que vuelva a trabajar. Y en ese sentido, si una parte del eslabón cae, probablemente ese objetivo global no se va a cumplir”.