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Con el estudio de la Universidad de Hong Kong que reveló que la variante Ómicron contagia 70 veces más rápido que las anteriores versiones de Covid-19, el CEO de Genosur, Matías Gutiérrez, explicó que la peligrosidad reside en ese punto y no necesariamente en los efectos de la enfermedad, porque eso aún está en investigación. “La evolución que sucedió recientemente es que la unión entre el virus y la proteína humana sea aún más fuerte”, detalló el bioquímico.

El científico señaló que basado en los resultados de Genosur, que tienen una correlación fuerte con los informes del Minsal en la RM, en estos momentos “estamos pasando por un valle de contagios”, una suerte de calma que podría verse afectada por Ómicron hacia fines de diciembre y llegando a su peak en enero. Por otra parte, también les genera preocupación que “el primer estudio que ha salido sobre la efectividad de los anticuerpos que genera la vacunación con Sinovac se ve que la capacidad de neutralizar la infección con Ómicron es muy baja”.

“Chile logró retardar la llegada del Delta mientras se vacunaba gran parte de la población”, destacó Gutiérrez de lo positivo de la variante dominante anterior, aludiendo que “mientras se dio la pelea mortal kombat entre Delta y las personas vacunadas con Sinovac, Chile ganó bastante bien. La ola con Delta fue muy pequeña”. El experto en biotecnología aseguró que “ahora se nos viene otra pelea Mortal Kombat con Ómicron” y apuntó a que tenemos a favor las vacunas de refuerzo “con tecnología ARN (Pfizer, Moderna) que podrían mejorar la preparación de nuestro sistema inmune”.

Gutiérrez sostuvo que estamos en “un dilema mundial complicado”, puesto que “el virus ha ido cambiando pero las vacunas no”, atribuyendo que “las vacunas (actuales) están un poco obsoletas y hay un sentido perverso por no desarrollar nuevas vacunas que sean más bien polivalentes”, únicamente porque “tienen que agotar el stock”.

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